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Muchas gracias a todos por leer y comentar! En verdad agradezco lo que hacen por mí. Les pido un poco de paciencia con lo que respecta a la actualización de capítulos. Puede que haya ocasiones que actualice dos o tres en una semana, u ocasiones en las que no actualice hasta dentro de dos semanas. Así que les pido no se desesperen, que en caso de que algo pase y no pueda actualizar por un tiempo yo se los haré saber. 

De nuevo gracias y nos leemos pronto!


—¿Elle Parkinson? — Sirius frunce el ceño, concentrado en recordar a la persona del nombre. A su lado, James se encuentra en la misma situación mientras que Peter abre los ojos al dar con la persona.

—¡La chica del otro salón! La que estaba obsesionada contigo, Sirius. — Ahora James y el mencionado la recuerdan. Ponen esa expresión que los hace lucir muy parecidos y a la vez tan diferentes. Remus trata de no morderse el labio. Está nervioso. Ni siquiera está seguro de que mencionar a la chica haya sido lo correcto.

—Ugh, qué horror. — Sirius se estremece en desagrado, un gesto nuevo para Remus.

—¿Qué tiene ella? — Pregunta James con inocencia. Remus aguanta su mirada lo suficiente para no ser capaz de mentirle.

Les cuenta a sus amigos lo ocurrido el día anterior. Aún puede recordar el cambio drástico en el rostro de Elle Parkinson en cuanto Remus le dijo que "no estaba interesado en ninguna chica" y que "ella era lo suficientemente bonita para poder hablarle a Sirius por su cuenta". Todo rastro de amabilidad se desvaneció. Aunque solo duró por fracciones de segundos, fueron suficientes para que Remus se diera cuenta de la hipocresía de Parkinson. La respuesta de ella fue en extremo cordial, afirmando que Remus era "ese tipo de persona y que agradecía el tiempo que le había ofrecido". Se fue meneando su melena y las caderas en un compás que denotaba molestia.

—Está loca. — Sirius señala su cabeza con el dedo y lo gira varias veces, un gesto un tanto infantil, aunque algo tierno. James asiente con la cabeza.

—Hace dos años amenazó a todas las chicas que si se acercaban a Sirius les iría mal. — Susurra Peter en un tono conspiratorio.

—El peor año para tener sexo. — Sirius hace una pausa y luego mira a Remus, por puro reflejo. Abre mucho los ojos y corrige de inmediato lo que ha dicho — No es que ahora lo esté buscando, claro. — Sirius siempre habla sin pensar, eso Remus lo sabe muy bien. Es como si tuviera vomito mental todo el tiempo, lo cual no es molesto para Remus. Tampoco le molesta saber que Sirius ha tenido sexo. Remus sabe como es Sirius, o al menos como era. Es divertido ver el intento de Sirius por mejorar su imagen ante él. Si tan solo supiera que Remus está tan enamorado de él que esos detalles no le importan en absoluto, Sirius ni intentaría corregir los datos que se le escapan. Pero Remus aprecia el gesto, le hace creer que sí le importa a Sirius.

—¿Iba en su misma secundaria? — Sus tres amigos lo miran confundido, no muy seguros de la pregunta que ha hecho.

—Es la misma escuela. — Es ahora Remus quien parece no entender. Recuerda perfectamente que Sirius iba a The Royal School of England; lo recuerda como si ayer hubiera tenido esa plática con Sirius. Lo recuerda y lo recordará hasta el día que se muera, toda la conversación que tuvo con Sirius.

—Pero...

—Aaaaah — James exclama, comprendiendo la situación, al parecer. — Son nombres diferentes, pero es la misma empresa. La secundaria se llama así, y el bachillerato Erin College.

—La maldita escuela se mantiene de todo el dinero que nuestros padres le han invertido.

—¿Y esta chica está obsesionada contigo desde siempre? — Los tres chicos se ponen dubitativos por unos segundos. James es el primero en hablar.

—Bueno, ¿quién no está obsesionado con Sirius? — Dímelo a mí. — Pero esta chica es...

—Más intensa de lo normal. — Termina Peter. — Había una chica a la que le gustaba Sirius, iba en nuestro salón. Parkinson se enteró y la pobre tuvo que cambiarse de escuela.

—¿No fue la que llegó rapada un día a clases? — Pregunta James, recordando un poco lo ocurrido.

—¡Sí! Era ella. Escuché que Parkinson la estuvo hostigando, aunque no lo hacía personalmente. Y así como la otra chica, hubo más. También recuerdo que Sirius estaba muy frustrado en ese entonces.

—Sí, fue cuando se empezó a acostar con las maestras. — James y Peter se ríen. El rostro de Sirius muestra una exasperación tal que Remus no puede evitar soltar una risita.

—Eres un chismoso, Potter.

—El chismoso es Peter. ¿Cómo es que sabes todo eso? — El mencionado infla el pecho y, lleno de orgullo, dice:

—Tengo mis contactos. — Sirius y James ruedan los ojos y empiezan a molestar Peter. Los chicos se ríen y se hacen bromas entre ellos. Remus los observa en silencio. Sopesa las palabras que ha escuchado de Peter. Recuerda el rostro de Elle Parkinson ante su rechazo. Lily se lo dijo justo cuando se fue la chica: Nada bueno te espera, Remus.

Remus está acostumbrado a que se aprovechen de él; que lo miren con desdén, que lo insulten, que lo humillen y hagan sentir como una basura. Ha aprendido a no sentirse afectado por lo que le hagan los demás. Le costó bastante tiempo y mucho esfuerzo, pero por fin lo ha logrado. Se juró que no dejaría que otra persona más influenciara en su autoestima. No duda que Elle Parkinson vaya a hacer algo contra él, al igual que hizo con todas las chicas a las que se refiere Peter. Aunque tampoco se obsesiona con ser atacado. Está viviendo el mejor tiempo de su vida: está en una escuela élite, tiene tres nuevos asombrosos amigos que lo aceptan por quien es, y hay un chico con el que sueña todas las noches, el cual, parece, sueña también con él. No dejará que nadie, absolutamente nadie, le arruine el momento.  

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