Capítulo 65

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Se me hace demasiado extraño entrar en ese sitio. Las monumentales paredes me hacen sentir pequeña, es como entrar a un castillo frío y solitario.

No es fácil hacerlo con dos osos de peluche gigantes, pero de inmediato llega Nora y le pide a un par de sus ayudantes que los lleven a las habitaciones.  Que extraño esto, sigo creyendo que es un sueño. No puedo acostumbrarme a este tipo de cosas, es demasiado fuerte luego de toda mi crianza, y me da miedo que Emmy si se acostumbre rápido y se vuelva una persona fría y materialista. 

— Pensé que ibas a tardar mas — me recibe Jessie con una sonrisa tan grande que da miedo. Algunas veces siento que finge, otras no tanto.

— No quería tardar tanto, siento que seria una falta de respeto o algo.

— De eso nada Camila, es una casa, no una cárcel, y por mi no tienes que preocuparte, si estas con tu escolta y me avisas que saldrás, no pasa nada — se muestra serena y se mueve con sutileza por el gran salón con poca decoración.

— Si es así, quiero preguntarte si mañana puedo salir por la tarde con unos amigos.

— Ya te lo he dicho, si vas con Sofia no tengo problema.

— La cuestión es que Sofia no quiere ir sin el uniforme, y tienes que entender que es muy incomodo ir por la calle con una persona detrás que va vestida como si no se, hubiera salido de una película de época.

— Es el protocolo de seguridad Camila, por eso no puede salir sin su uniforme.

— Por favor, no es fácil acostumbrarse a todo esto. Solo quiero pasar un rato con mis amigos normales sin parecer una rara porque mi escolta personal no puede quitarse su uniforme por un bendito protocolo que no entiendo ni conozco — no quiero alterarme mas de la cuenta, pero no puedo evitar molestarme por esto. Me parece ridículo que no pueda ir a ningún sitio sin esa mujer, y peor aun, que no se quite el traje por "protocolo".

— Tienes que entender que ese protocolo es muy importante para mantener la seguridad de toda la familia...

Me largo. No quiero escuchar mas. La dejo con la frase a la mitad y camino hasta las escaleras para subir a mi habitación y perderla de vista.

— Camila, no me dejes hablando sola — suena autoritaria, pero no me da miedo.

— Cuando me quieras escuchar, quizá te escuche yo a ti — no hago esto sin motivo, quiero que ella entienda que no puedo vivir con una sombra, no creo que nunca me acostumbre a tanta atención, y que cuando quiera salir tenga que respetar ese protocolo que hasta ahora nadie me dice de que va.

Entro en mi habitación y me encuentro con el peluche gigante que compré sin necesidad hace una hora. Me encanta, pero verlo me recuerda que estoy sola, que mi única compañía es él.

Una cama gigante repleta de cojines y almohadas rodea el peluche, cortinas oscuras cubren las ventanas y todo esta en una perfecta penumbra con la que puedo relajarme. Me acuesto en mi cama dejando mi cabeza sobre las patas del oso de peluche, quiero llorar, pero no sale ni una lágrima .

Mis hermanos están felices, y no quiero ser yo quien arruine su felicidad. Que yo no esté acostumbrada a este tipo de cosas, no significa que debo evitar que ellos vivan experiencias diferentes. Con Jessie tienen miles de oportunidades más que estando conmigo.

Respiro profundo un par de veces, intento relajarme y no perder los nervios tan pronto. Tengo que ver las oportunidades y no los problemas, quizá así pueda hacer mas llevadera mi estadía aquí.  

—Mayor comodidad, mejores oportunidades de estudio y preparación, Emmy no va a tener un novio delincuente que lo busque la policía —continuo con mi lista en voz alta —,Nicolás puede sacar provecho a sus dotes de genio, yo puedo tener la oportunidad de trabajar en algo que me guste. Puedo reunir dinero e irme sola... — un llamado a mi puerta logra callar mi intento de positivismo.

Mejor vida (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora