2 año después
— Tiene reunión con el equipo creativo de Ideal en una hora, en tres horas una entrevista junto a Samantha y por la noche la cena para la recaudación de fondos para las dos casa hogar que se inauguran este mes — informa mi secretaria apenas entro en la oficina.
Es una buena chica, se esfuerza y tiene ganas de aprender, así como yo las tenía hace unos años trabajando para los Esposito. Entro del todo a mi despacho para revisar los nuevos contratos, después de todo soy la encargada de las modelos y el proceso creativo.
Busco con calma cada nueva modelo, son muchas, diferentes nacionalidades, cuerpos, tonos de piel, hay mucha variedad y eso me encanta, porque todas son preciosas.
— Creí que te quedarías más tiempo en Rusia — escucho la voz de Adonai entrando sin avisar, y eso que antes se quejaba de mi.
— Sigo teniendo negocios que atender aquí, además de que extrañaba a mi familia — respondo con la vista en las carpetas.
Estar tres meses fuera trae sus consecuencias, y más si el poco trabajo que hice desde allá fue más de diseños que de esto.
— Qué tal todo? No me piensas contar nada? — pregunta insistente, quito la vista de las fichas para verle.
Sigue igual que desde que lo conozco, solo que ahora se ha dejado crecer un leve bigote y tiene más tatuajes.
— Es un sitio muy bonito, antes solo íbamos de paso y no tuve oportunidad de conocer como ahora, el estilo que tiene la gente, todo es muy diferente — respondo recordando lo bien que se visten en invierno.
— Me refiero a ti y a él, no te hagas la tonta — apoya sus brazos sobre el escritorio buscando imponerme, pero eso ya no funciona.
— Me pidió matrimonio — sonrío como tonta y le enseño mi mano para que vea el precioso anillo.
— Al fin! — exclama entusiasmado —. Creí que nunca se atrevería a dártelo, lleva con el más de un año.
— Tú qué tal? — pregunto ignorando su comentario, me preocupa.
— Quizá algún día lo supere, aunque lo dudo — su voz suena diferente a hace un instante, se torna ronca e ida —. Sigo yendo a rehabilitación y la psicóloga insiste en que deje de culparme, pero ya sabes Cami, todo pasará.
— Te entiendo, no dejarás de culparte de su muerte jamás, pero tienes que aceptarla — me duele decirlo en voz alta y de manera tan cruda, pero es la verdad —. Oriana te quería mucho más que al resto, y no creo que le gustaría verte así — señalo su aspecto, a pesar de verse bien está claro que sufre.
— Bueno, creo que debo irme, Mario me espera para comer juntos, te veo por la noche — cambia el tema y se levanta dispuesto a irse con su novio, dejándome aquí tirada.
— El dolor no se va, pero aprendes a vivir con él, créeme — digo a modo de despedida y con un simple asentimiento de cabeza sale de mi despacho.
Miro el reloj para estar atenta, tengo que ir a la sala de juntas dentro de poco, y esto sigue siendo un desastre, muchas modelos nuevas, pocos contratos y publicidades.
— Señorita Camila, el equipo ya está aquí, si quiere pueden comenzar un poco antes la reunión — entra con vergüenza Marie y me informa de los cambios.
— Pídele a Samantha que llegue media hora antes de la entrevista, necesito que me ayude.
Recojo lo necesario para la reunión y salgo directo a la sala de juntas. Me gusta esto de ser la jefa, jamás as imaginé que llegaría a tanto.
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Mejor vida (II)
RastgeleLibro 2 de la trilogía"Vidas" Mi vida no era perfecta, pero era feliz así. Mi razón de seguir son mis hermanos, en un lugar donde no se vive, se sobrevive. Ella nos salvó, y nos condenó. "Un Ángel y un Demonio hecho mujer".