Capítulo 9o

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Que Adonai se tuviera que ir por la mañana me dejo un poco triste, me lo estaba pasando genial con él y los demás. Los gemelos se fueron luego de revivir ayer y desde entonces, siento que todo está pasando mucho más rápido.

— Nos están esperando, bajen ya — grita Nicolás con todas sus fuerzas desde afuera y nosotras corremos en terminar de arreglarnos.

— Ya vamos, ya vamos — respondo saliendo con el bolso mal cerrado y dejando a las chicas detrás.

El lado positivo es que ya todos están en los todoterreno, el negativo es que Jessie nos está odiando ahora mismo.

Corremos, o bueno, hacemos el intento hasta llegar al nuestro, en donde nos espera Sofía dentro. Me siento en el asiento del copiloto, y las chicas detrás.
Jessie va en el otro junto a Emmy, la abuela y las chicas que por alguna razón están distanciadas. Y los chicos en otro con Ernesto, debido a que no entramos todos en uno solo.

Pongo la música a tope porque a Sofía también le gusta y el camino hasta la ciudad se vuelve divertido.

Decidimos hacer un poco de turismo porque no queremos irnos sin haber pasado por muchas de las tiendas gigantes que hay aquí, además tenemos el plan de acampar o simular que lo hacemos y necesitamos comprar algunas cosas.

Se desvían una y otra vez y aunque intento no marearme, tantas curvas se vuelven infernales.

— Oye Cami, y si le decimos a Jessie de ir a la sucursal de su club nocturno mañana por la noche? — comenta cómo si nada Gabriela y me lo pienso un momento.

— Podemos decirle luego a ver qué dice — es cierto, Jessie tiene sucursales de sus discotecas "Susurros" por todos lados y está isla no es una excepción.

El auto frena de la nada y noto que ya hemos llegado, o por lo menos es el incio de La Marina, en donde según todos, es el mejor sitio para comprar lo mejor de lo mejor.

Bajamos sin prisa y parecemos una manada, somos demasiados y choca a simple vista vernos.

Los escoltas se triplicaron y aparecen por todos lados, y me estoy tensando por esto.

— Aquí y ahí hay un par de tiendas que están bastante bien, y se puede decir que por aquí hay demasiado tránsito de gente — comienza Jessie con el control de siempre y no pierdo tiempo en detenerla.

— Estamos de vacaciones Jessie, por favor ahora no, es suficiente con tener a toda esta gente detrás — mi comentario sincero y sin anestesia le choca al principio pero no tarda en aceptar y seguir.

Entramos a un par de tiendas y la verdad no hay mucho que me interese, traje ropa de sobra. Pero las chicas no, ya que fue repentina su estadía.

— Que dices, este vestido o está falda? — pregunta Emilia y la verdad es que me gustan ambos.

— Los dos — respondemos Gabriela y yo y ella ni se lo piensa.

— Cami, crees que está camisa queda bien con estos zapatos? — la pregunta de Nicolás me sorprende, pero intento responderla.

— Si, pero quizá en otro color se vea mejor — respondo un poco confusa, ya que casi nunca hace compras de este tipo, pero supongo que no trajo casi nada y ahora lo necesita.

— A mi también me puedes ayudar a elegir — escucho una voz muy baja que intenta acercarse más de la cuenta.

Me hablo lo mínimo con Isaac, lo suficiente como para hacer el viaje divertido y tranquilo.

— Puede ser, depende de lo que tengas que elegir.

— Cuál camisa te apetecería quitarme antes, esta o esta — ignoro el comienzo de su pregunta y analizo ambas camisas, son muy bonitas pero no mi estilo.

Mejor vida (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora