Mejor vida (II)

Capítulo 114

— ¿Mi madre ya llegó?  — pregunto ansiosa porque se suponía que hoy me llevaría a ver un sitio sorpresa.

Melisa está nerviosa, aún con todas las vendas en sus cuerpo se mueve de un lado a otro sin responderme. Josep entra de la nada igual de ansioso que ella y con un par de miradas se van a saber dónde.

— Es que nadie piensa responderme hoy — grito estresada porque me tratan como si fuese un cero a la izquierda, todo por no querer alterarme — a la mierda todos.

Camino con mucha furia hasta la sala contigua y busco algún libro para leer, porque ahora mismo solo quiero golpear a alguien o gritar mucho y creo que ninguna de las dos es buena opción.

Escucho que entran y salen personas pero lo ignoro, me centro en el libro cero interesante que tengo en mis manos pero me entretiene. Leer de ciencia no es lo más apasionante para mi, pero me divierte ver lo tonta que soy ahora mismo. Isaac está de viaje con su hermano, Adonai encargado de la empresa ya que cada vez crece más, mis amigas centradas en preparar sus pruebas finales y mis hermanos en casa de Josep con Margot, en fin, que estoy sola.

— Hola? Esta es la casa abandonada o algo parecido? — grita Sam en el salón principal por lo que cierro el libro y salgo rápido para encontrarme con ella de pie viendo la soledad de esta casa.

— Bienvenida al mundo de Camila, en donde todos la ignoran y nadie parece recordar que existe — exagero mucho la situación y ella ríe por eso, sigue igual que siempre.

— Aquí está tu tía Sam para alegrarte el día — exagera con mucho drama y reímos juntas, es tan ella, dramática y sarcástica, con un comentario bromista para todo — Aunque afuera hace mucho frío, creo que podemos aprovechar que ha dejado de nevar.

Asiento y vamos juntas a buscar abrigos y guantes para protegernos del frío, no queremos morir congeladas.

El jardín que en verano y es verde y suave ahora es un manto blanco que cubre todo el lugar. Los árboles sostienen pequeños copos de nieve que se van derritiendo y convirtiendo en simple hielo.

— Cómo estás? — pregunto lo que nadie se atreve y ella me mira con una sonrisa triste —. Sé que no estás bien.

— Estaré bien — responde segura y cambia esa sonrisa triste por una más animada —, para eso te necesito a ti.

— ¿A mi por que? — pregunto confusa mientras cubro bien mi vientre porque el frío es fuerte — qué estás planeando?

— No puedes seguir modelando, aún, pero te aburres estando aquí encerrada, yo quiero encontrar una distracción, algo que me ayude a pasar pagina.

— Entonces? — insisto para que vaya al punto y rueda los ojos molesta porque no la dejo relatar.

— Déjame terminar a mi ritmo — se queja con un tono chillón y dramático —. En fin, modelar es lo que más te gusta hacer y por un tiempo bueno, ya sabes, además muchas de tus compañeras de la agencia quedaron a la deriva con todo esto de... — no es capaz de decir su nombre y la entiendo.

— Quieres que te ayude a crear tu propia agencia? Crees de verdad que esa es la mejor manera de pasar pagina? — cuestiono muy dudosa porque no entiendo del todo su punto.

— Quiero que creemos juntas, la mejor agencia de modelos del país, podemos hacerlo — intenta convencerme con esos ojitos suplicantes —. Creo que hacer algo bueno por quienes ella hizo tanto daño es una buena forma de pasar página.

— No es fácil armar una academia y agencia a la vez, Sasha puede ser lo que sea, pero supo cómo mantenerla en pie, no solo basta con contactos y ganas de lograrlo — intento convencerla de que lo piense mejor y al decir su nombre gira la cara, le duele.