— Podemos ir a caminar, o al club de tenis — comenta aburrida Emilia desde el sillón al lado de mi ventana — No te aburres estando aquí?
— Claro que me aburro, ya me conozco de memoria los jardines, el gimnasio ni lo puedo pisar porque me matan, el spa se volvió aburrido y las canchas de baloncesto no son iguales sin más de dos personas — respondo tras un suspiro sentándome en el suelo frente a ella.
Lo que más me gustaba de mi vida anterior era salir sin que nadie me viese más de lo necesario, o ir a cualquier lugar sin que me tomasen una foto.
— Ya lo tengo — grita Gabriela dejando su móvil de lado y uniéndose a la conversación —. Hoy juega el equipo de Adonis, y nadie ha dicho que no puedes viajar.
— Nadie lo ha dicho porque es lo obvio. Reposo absoluto incluye no tomar aviones a quien sabe dónde — responde Emilia por mi y se lo agradezco.
— La cuestión es que no hará falta viajar, porque juegan en la ciudad — chilla emocionada y entiendo la razón.
Hace unos días conoció por un chico de clase a este jugador y ahora están creo que hablando y esas cosas, así que quiere ir a verle jugar.
— Si consigues entradas para la pista Vip vamos — responde Emilia indiferente aunque en el fondo muere por ir.
—¿Qué dices tú Cami? — pregunta emocionada esperando mi aprobación.
— Me da igual. Llevo una semana entera encerrada y no me vendría mal un ambiente diferente — respondo fingiendo indiferencia cuando en realidad si quiero salir de aquí.
No responde nada más y vemos como teclea sin parar en su móvil, este suena en respuesta y en menos de cinco minutos otro grito de su parte llama nuestra atención.
— Las tengo, empieza más temprano de lo que creía — dice lo ultimo atacada —. Solo tenemos dos horas para arreglarnos — está a nada de un paro cardíaco.
— Suficiente para mi — respondo tranquila porque no me afecta del todo.
— Para nosotras no, tenemos que ir de compras y aaaah — grita estresada, dando vueltas sobre el mismo sitio buscando una solución.
— Pueden revisar y usar algo mío. Hay muchas cosas sin estrenar y la mayoría estoy segura de que les quedarían perfectas.
— Está bien, una cosa resuelta — comenta un poco más tranquila —. Ahora debemos buscarte un outfit que esconda lo poco que se te ve la barriga.
— Eso es fácil. Para evitarlo que use un suéter ancho, además comienza a hacer frío nadie dirá nada — Emilia ofrece una solución y no veo ningún problema.
Ignora su propuesta y entra en mi armario para buscar algo perfecto, quizá para ella o para mi. Emilia y yo nos miramos y ambas concordamos con que es mejor seguirla.
Mi armario está un poco en la mierda porque estos días nadie a entrado a ordenarlo y yo no tengo ánimos de hacerlo.
— Es imposible encontrar nada aquí — se queja Gabriela con frustración.
— Allá está lo que les interesa a ustedes — respondo señalando una zona del armario que está ordenada de milagro —. Yo busco algo aquí y ya me ayudan a decidir.
— Chicas, pantalones anchos o ajustados?— pregunto indecisa porque no quiero ser muy obvia.
— Si vas a llevar una sudadera ancha es mejor que uses un pantalón ajustado, así no será tan obvio — responde Emilia experta en el tema ya que su tía es diseñadora y más de una vez ha vestido a mujeres embarazadas.
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Mejor vida (II)
RandomLibro 2 de la trilogía"Vidas" Mi vida no era perfecta, pero era feliz así. Mi razón de seguir son mis hermanos, en un lugar donde no se vive, se sobrevive. Ella nos salvó, y nos condenó. "Un Ángel y un Demonio hecho mujer".