Capítulo 116

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— Algún día tendrás que verle — dice Gabriela tras soltar algunos suspiros harta de mi —. Te dijo que iba a seguir pendiente de ellos bebés, por qué ignorarlo?

— Porque no quiero atarlo a mi, él no quiere estar a mi lado, lo entiendo y lo respeto, por eso no pretendo que los bebés sean una excusa — darle vueltas al asunto me deprime y a la vez me da fuerzas.

Dejo mi móvil en la mesa que decora el salón principal y respiro profundo para no seguir con el tema.

— Llegamos tarde para buscar a tus hermanos — informa viendo su bonito reloj nuevo y asiento porque es cierto —. Aunque sabes que no te salvas de esta conversación.

Ella no va casi a clase porque tiene todo aprobado entonces no lo necesita, mientras que yo me tengo que aguantar varias horas de clases en línea para preparar mi examen global y así poder graduarme.

Subimos juntas a la primera camioneta que encontramos y me doy cuenta de que no tardan en aparecer los escoltas, como siempre.

— ¿Crees que estará aquí? — pregunta a mi lado cuando nos acercamos lo suficiente al instituto.

— Supongo que aún sigue en Rusia, si ya hubiera llegado su padre o hermano se hubieran pasado por casa... — invento teorías que me ayuden a creer que no estará aquí, porque ser fuerte a la distancia es fácil, pero cuando lo vea no lo sé.

Me detengo en el sitio que Jessie siempre utiliza y miro mi móvil para asegurarme de que aún es temprano.

— Te vas a quedar aquí? No los vas a recibir abajo? — pregunta fingiendo estar ofendida pero sé que quiere que le acompañe para que todos nos vean.

Miro mi outfit y me lo pienso un poco, si me ven quizá crean que subí de peso y ya, llevo una sudadera cuatro tallas más grande y un pantalón suelto.

No hace falta mi respuesta porque salgo directo del auto, el frío golpea mi rostro y agradezco estar cubierta porque sino estaría muriendo, ella baja también y ambas esperamos de pie que salgan todos en un par de minutos.

— No puedo creer que en dos meses nos graduemos — dice nostálgica y la detalló mientras observa la gran estructura enfrente.

— Nos graduamos en cuatro Gabriela, en dos terminan los exámenes — corrijo su comentario y me mira muy mal —. Está bien señora sentimental, no dije nada — levanto las manos en señal de paz y sonríe satisfecha.

Las grandes puertas se abren y veo como salen igual que hormigas todos los estudiantes, de todas las edades y cursos. Es una imagen impactante desde nuestro sitio, todos vestidos iguales, algunos con diferencias mínimas que a la distancia no se notan. Muchos suben juntos en autos de lujo, otros a camionetas que los esperan y se separan, y así  cada cual se va yendo.

— ¿Son esos no? — pregunta Gabriela viendo a lo lejos una pelirroja caminar con un grupo de chicos, mi hermano, el suyo y Tiago —. Espera, ese no es...

Se acercan y entiendo a lo que se refiere, vienen acompañados de otra persona, él los sigue confiado, tranquilo y con la frente en alto.

Siento un leve retorcijón dentro de mi y esta vez puedo decir que no fueron los bebés, los nervios me invaden al igual que un nudo en mi garganta bloquea todo sonido.

— Cami! — exclama Emmy al llegar junto a su nueva escolta y me agacho para abrazarla —. Podemos irnos ya? Quiero ver a mamá.

— Ve subiendo, ya nos vamos bebé — respondo a la vez que me pongo de pie de nuevo y ella obedece, se sube en la camioneta para esperar.

— Al fin te dignas a mostrar tu horrible cara — exclama Emilia llegando a nuestro lado y sonrío por lo idiota que es —. No sabes cuanto las envidio por poder faltar... bueno, a ti no — modifica su comentario señalando mi barriga y reímos por eso.

Mejor vida (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora