Capítulo 104

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Algo bueno de la agencia de Sasha es que aprendo de todo. Y saber de fotografía ayuda en estos momentos donde debes ayudar a desenvolverse a personas que quizá no están seguros de su propio trabajo.

— Quizá con un plano más cercano se aprecia mejor el producto no? — digo lo que suelo escuchar y la fotógrafa que al parecer es novata se lo piensa y acepta.

Vuelvo al mismo sitio y se propone captar un plano más cercano para que el producto, en este caso un bolso de una nueva marca se vea.

— Puedes agarrarlos como si lo intentaras abrir? — pregunta tímida y acepto porque seguro se ve muy bien.

Al no tener ningún contrato que me pida exclusividad puedo trabajar con quien quiera cuando quiera, y este es el caso de la empresa Esposito.

Me acerco para ver las fotos y me parecen mucho mejores que las anteriores, entonces decidimos intentar más con esa cercanía.

Cambio los bolsos y todos son preciosos, de diferentes colores pero tan cómodos y espaciosos que siento la necesidad de comprarlos todos.

— Qué tal mi chica favorita?— pregunta Daniel entrando emocionado de verme aquí ayudando en su nuevo proyecto.

— Mejor de lo que esperaba, estos bolsos son geniales — exclamo emocionada porque es la verdad, me siento más cómoda que en las sesiones pasadas.

— Te ves genial con ellos — responde halagándome pero no tarda en volver a su estado natural —. Luego te pasas por la oficina de Adonai para acordar los pagos y eso.

Intento quejarme, pero eso lo puedo hacer luego, por ahora es mejor terminar con esto.

Nos vuelven a dejar solas y noto como la chica se relaja al irse su jefe.

— Es por mi que estás tan nerviosa? — pregunto al fin porque me pone de los nervios ver a esta chica temblando con solo verme por la lente de la cámara.

— No, lo siento si eso es lo que parece — balbucea y no le entiendo bien el resto de palabras.

— No muerdo, solo soy una chica que está mostrando estos bolsos — intento tranquilizarla pero creo que no funciona mucho.

— Eres más que eso — pensé que iba a seguir, pero no, regresa a tomar fotos y me deja con l duda sobre su comentario.

Me centro en las fotos para terminar y poder irme a sentar más cómoda.

Comienzo a sentir un leve dolor de cabeza que se junta con las náuseas que me invaden muy seguido.

— Lo siento debo ir al baño — me disculpo a media sesión y camino lo más rápido hasta el baño para soltar lo poco que he comido hoy.

Ya estoy acostumbrada, cada vez es más rápido y puedo volver a mi vida normal luego de expulsar todo.

Me lavo la boca, intento no dañar mi maquillaje y salgo de nuevo para seguir con la sesión.

Al entrar al pequeño estudio de nuevo me encuentro con Adonai y Daniel revisando los fotos que llevamos hasta ahora.

Noto como la chica está muy incómoda, quizá porque no está acostumbrada o porque es tímida.

— Parecen acosadores revisando mis fotos aún cuando no están listas — reclamo justo al verlos de frente y así salvo indirectamente a la chica.

— Estás bien?— pregunta Adonai preocupado y con los ojos le pido que se calle, no quiero que nadie se entere.

— Claro que si, todo está perfecto. Ahora, nos permiten terminar? — pregunto como una profesional aunque por dentro quiero ir corriendo a donde ellos para sólo conversar y descansar.

Mejor vida (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora