Mejor vida (II)

Capítulo 128

Lo que siento al volver es inexplicable, dos días ensayando sobre la pasarela fueron suficientes para sentirme ahora mismo la dueña del mundo.
Mi estómago se contrae a medida que los minutos pasan y el momento de salir se acerca. Estamos todas listas, con nuestros preciosos trajes de la nueva colección de Chanel, los colores pasteles abundan en todo el vestidor y el maquillaje simple combinado con peinados elegantes es la mejor mezcla para comenzar la temporada.

— Camila, sales detrás de Tatiana en cinco minutos — informa el productor y encargado del tiempo exacto entre modelo y cambios.

Al ser un desfile más exclusivo los trajes se desfilan un par de veces, dando mayor visión de la prenda a los espectadores. Para nadie es un secreto que Milan es de las ciudades con mayor fama por desfiles de moda.

— Ahora — vuelve a hablar el productor y no pierdo tiempo en salir.

A diferencia de Gucci  con esta firma puedo tener un rostro más sereno y menos molesto, aunque sin una expresión clara para que resalte el significado alegre y divertido de la colección.

Camino como hemos ensayado estos días, dejo salir toda mi preparación, respiro lento y pausado para mantener la calma y verme aún más tranquila delante de los espectadores.

Doy un pequeño giro lo más cerca del público y me regreso para volver detrás de Tatiana. En la segunda vuelta tenemos que caminar más lento y cambiar la postura de uno de los brazos para mostrar mejor la vestimenta. De eso se trata, de modelar para que ellos decidan comprar lo que llevo puesto.

El color de mi piel y cabello contrasta con el negro y rosado pastel de mi traje de dos piezas, y eso me gusta. El pequeño bolso que llevo en la mano pasa a ser el protagonista al momento de subir la otra mano a mi cintura.

Termino la segunda vuelta con la mayor calma posible y entro para cambiarme. Me gusta más lo organizados que son en esta firma, tenemos mayor tiempo para cambiarnos y modificar el peinado y el maquillaje porque las modelos salen de dos en dos y dan entre dos y tres vueltas dependiendo del traje.

— En esta das cuatro vueltas, es un traje fundamental que representa toda la colección, y por eso debe notarse — explica la directora de diseño y estilismo mientras el resto del equipo me ayudan a vestirme.

— Entonces salgo detrás de Claudia, ella hace dos vueltas y yo continúo hasta que entre Clara? — pregunto para confirmar lo que ya sé, Clara es la modelo principal así que es ella quien tiene que cerrar vueltas como esta.

— Exacto, es la hora — avisa luego de escuchar el aviso del productor por el auricular.

Dejan mi cabello en media coleta, quedando la parte de abajo suelta y arriba un moño que resalta por los adornos alrededor. El traje es un rosa alegre, entre pastel y oscuro, con detalles en negro y blanco que caen en vertical, dando una sensación de alargamiento y soltura.

Es muy propio para la primavera, porque es fresco y cómodo, con un aire de superioridad por lo elegante y a la vez juvenil.

— Camila, sale Marta entra Claudia y luego tú — el productor se encarga de recordarnos lo que ya hemos ensayado en caso de que los nervios nos traicionen.

Espero en mi sitio el conteo exacto y con una señal sé que es el momento de volver.

La adrenalina sube y baja dejándome confundida, no son nervios, es emoción pura de estar sobre una pasarela, y que todos me vean con admiración.

Para desfilar este traje es necesario aún más seguridad de la que tengo, mi cuerpo erguido y recto es la pura demostración de grandeza, mi cabello a medio recoger logra que mi cuello se vea aún más largo y por tanto, lucir mejor el cuello en V del vestido.