— Todos al pasillo ahora — grito la coordinadora muy al estilo militar. Casi nunca esta por aquí, más que para despertarnos y mandarnos a comer.
Todos salieron de las habitaciones, y me sentí pequeña por un instante. Sé que no les caigo bien, yo misma me lo busqué. Pero ahora que tengo que hacerme cargo de ellos me arrepiento un poco.
— Entre el día de mañana y pasado, serán llevadas las cosas a la nueva casa. Por motivos de comodidad, serán divididos en varias habitaciones — informó con carácter y un tono firme —. La encargada de eso será su compañera Camila.
— ¿Por qué tiene que ser ella? Es la favorita de la directora, esto no es justo — escuche decir a una de mis compañeras de cuarto.
— La decisión ya está tomada. Sigan guardando sus pertenencias y en el momento justo, se hará el resto.
No me siento confiada para hablar. Todos están molesto, o al menos la mayoría.
— No tengo tiempo para sus berrinches — me armé de valor y junto a esa careta que suelo usar la mayor parte del tiempo, hable —. Para hacer todo más fácil, será el tema por edades. Los grupos con edades entre 10 y 12 años van en una, 13 y 15 en otra, y 16 y 18 igual.
— Eso no es justo, mis amigos estarán en una y yo en otra — se quejó un chico que he visto algunas veces, pero nunca recuerdo su nombre.
— A ver como lo explico. Yo no pedí hacer esto, pero son órdenes de la directora. Al que no le agrade mi decisión que vaya y le reclame a ella. A mí no me jodan con esto, porque me da igual.
Ninguno es capaz de ir y quejarse con Foster, le tienen demasiado respeto, o miedo.
Los dejé ahí, en medio del gran pasillo, molestos y llenos de quejas. Tengo que terminar de empacar mis cosas, para mañana llevar lo que haga falta, y poder trabajar el viernes todo el dia.
Es la primera semana de Adonai como CEO, tengo que encargarme de explicarle lo que necesita, o lo que su padre me pida.
Reviso el mensaje de Daniel, y dice exacto lo que acabo de pensar.
Daniel Esposito: Es la primera semana de Adonai, intenta no faltar.
##
— Siento llegar a esta hora, tuve problemas en casa — me disculpe al entrar en la oficina, viendo que me espera solo Adonai. Por lo visto Daniel ya se dio a la fuga.
— Mi padre me dijo que tú sabes lo que tengo que hacer — la tensión entre ambos es bestial, frustrante para ser exacta.
— Así es, deje todo por escrito para que pueda darle un vistazo y revisar por si tiene dudas. Todo está en ese archivo — señale el archivador que prepare justo para esto.
— Veo que todo esta detallado y muy organizado — dijo minutos después de comenzar a leer todo. Estoy sentada lo más lejos que pueda, intento no hacer ningún tipo de contacto más que el verbal, porque no quiero perder mis estribos —. Se nota que lo hiciste tú.
— ¿Perdone? — Claro que escuché lo último, pero prefiero hacerme la tonta y disimular.
— Nada, que muchas gracias por esto.
— Si tiene alguna duda me lo hace saber. Yo estaré aquí terminando unas cosas que su padre me encargó para facilitarle la adaptación al nuevo cargo — sueño estúpida hablando tan formal con él.
Por unos instantes el silencio es tranquilo, pero la felicidad no pudo durar tanto, ya que sin darnos cuenta, ambos estamos tensos, haciendo leves movimientos de piernas, y haciendo sonidos con los bolígrafos.
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Mejor vida (II)
AléatoireLibro 2 de la trilogía"Vidas" Mi vida no era perfecta, pero era feliz así. Mi razón de seguir son mis hermanos, en un lugar donde no se vive, se sobrevive. Ella nos salvó, y nos condenó. "Un Ángel y un Demonio hecho mujer".