Capítulo 97

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— Mueve un poco más los hombros al llegar — comenta Pablo mi profesor y pruebo hasta que me de su aprobación —. Así, perfecto.

El desfile es hoy y estamos en las prácticas finales, los detalles por así decirlo.

Anoche dormí lo mínimo, los nervios y la ansiedad sobre algo que pueda salir mal me provocaron mucho insomnio.

Siento que tengo una gran carga al ser la modelo principal entre 30. Eso sumándole mi nula experiencia sobre pasarelas reales.

Pablo nos da los últimos detalles incluido un consejo para el miedo escénico. Así es es momento de ir a maquillaje y todo eso.

La prueba de vestuario ha sido lo más duro, porque hay tallas que no me quedaban como debían y tuvieron que hacerle algunas modificaciones, pero el resto fue tan divertido y energético.

El resto de chicas y yo entramos a los camerinos para comenzar a prepararnos y la adrenalina se siente en cada rincón. Hay modelos de todos los tipos, mayores y menores que yo, algunas más inexpertas y otras con tanta experiencia que opacan a cualquiera.

Aún quedan un par de horas para que comience, pero como algunos modelos son difíciles de poner, es necesario su tiempo para cada chica, y no se puede hacer todo a la vez.

El sonido de mi móvil me saca aleja del bullicio del camerino y me tengo que alejar para atenderle la llamada a Isaac.

— Hola маленький — oír su voz era todo lo que necesitaba —¿Estás ocupada?

— No, acabo de terminar los últimos detalles con Pablo — respondo atenta por si me llaman.

— No te quitaré mucho tiempo, solo quiero decirte que estaré ahí para verte. No estes nerviosa pequeña, recuerda que estás cumpliendo tus sueños.

— Gracias por estar aquí conmigo — escucho que preguntan por mi y me despido lo más rápido posible —. Me tengo que ir , adiós.

Cuelgo y camino deprisa hasta mi camerino otra vez para así comenzar con mi maquillaje y peinado.

A medida que se acerca la hora y terminan conmigo los nervios crecen y crecen, tanto que no puedo estarme quieta. Las ganas de vomitar son inmensas y quisiera de verdad huir y no volver. Pero recordar lo mucho que me he esforzado por esto me lo impide.

Imaginar a mis padres viéndome orgullosos logra calmar un poco mis nervios, estoy segura de que desde donde estén me miran con una sonrisa y con lágrimas de orgullo en los ojos, o es lo que espero.

Asistirán personas muy importantes, tanto que muchos ni son del país. Es lo normal, suelen ser un poco privados pero a la ves mundiales.

En el tiempo que espero para comenzar a vestirme, recibo otra llamada, muy importante para mi.

— Hola bonita — saluda con mucha emoción y mis ojos se llenan de lágrimas porque escucharle me recuerda de donde vengo y en dónde estoy —. Alguien quiere hablar contigo.

— ¿Quién?

— Con que la muñequita de todos ahora está liderando un desfile millonario — la voz de Daniel me llena de mucha felicidad, porque él siempre me incito en que modelará y que me dejara llevar por mis instintos.

— Eso parece, al final siempre tuviste razón — admito entre sollozos por los nervios intentando no dañar mi maquillaje.

— Intente llamarte, pero al no tenerme agregado no pude — desde lo de Richard programé mi móvil para no recibir llamadas de números no registrados.

Mejor vida (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora