Mejor vida (II)

Capítulo 126

Subo a la pasarela que armamos en la agencia para las prácticas, camino detrás del resto tal y como me pidió Maya, a fin de cuentas sigo siendo inexperta, estuve en un solo desfile y tuve mis fallos técnicos.

— Camila recuerda mantener la postura, mueves son las caderas no el torso — vuelve a recordarme lo que siempre olvido, me dejo llevar de tal manera que olvido mantenerme erguida —. Ester, mirando siempre al frente no a los lados...

Maya es muy buena profesora, prepara hasta el mínimo detalle, después de todo fue una gran modelo y es conocida por lo bien que se desenvolvía.

— Muy bien chicas, un descanso — bajamos de la pasarela con cuidado.

Mientras trabajo en la parte creativa y más cercana a las chicas me aseguro de seguir aprendiendo, quisiera volver en algún punto a las pasarelas.

— Camila, Samantha quiere verte en la oficina — entra para avisarme una de las modelos, asiento con la cabeza antes de salir.

Sam se encarga de la parte más ejecutiva, busca los patrocinadores y los trabajos para las modelos en preparación.

Subo en el ascensor al segundo piso para encontrarme con mi tía favorita, entro sin llamar a la puerta porque es la costumbre, aunque me arrepiento al notar que no se encuentra sola.

— ¿Me llamabas? — pregunto confusa porque no reconozco al hombre que se encuentra de espaldas a mi.

— Ven aquí, alguien quiere hablar contigo de negocios — camino con cuidado de no caerme hasta quedar a un lado de Sam, ella sentada y yo de pie observando.

— Un placer conocerte Camila, mi nombre es Frederic, encargado de organizar los desfiles de la marca Chanel.

Quedó estática porque no sé qué responder, es una marca muy importante y conocida, aún más glamurosa que Gucci.

— El gusto es mío señor Frederic, en qué puedo ayudarle? — pregunto directa, me pone de los nervios la incertidumbre.

— En dos semanas será el desfile en Milán de la colección de verano — explica con calma, sin dejarse ningún detalle —, por lo que queremos que participe como modelo en dicho desfile.

— No se si está al tanto, pero aún me estoy preparando para volver a las pasarelas — intento rechazar la oferta muy en contra de mi voluntad porque desfilar implica viajar y dejar a los niños solos.

— Eso lo sabemos, su socia Samantha acaba de informarme de su proceso de recuperación — instante convencerme de cualquier manera —. No serás la modelo principal, pero tendrás una participación muy importante, eres conocida mundialmente, tu participación en el desfile del año pasado para Gucci fue todo un éxito, con el simple hecho de que aparezca tu nombre implica más espectadores.

— Entonces me quieren utilizar como una estrategia de marketing más que por mis capacidades como modelo? — pregunto ofendida por lo que acaba de decir, no le interesa si participo o no, quiere la repercusión que causa mi nombre.

— Camila... — advierte Sam, por esto es ella quien se encarga de los acuerdos.

— No te mentiré Camila, en parte es por eso, tienes una historia polémica, todos afirman que eres una promesa en esta industria y quien mejor que Chanel para regresarte a las pasarelas después del parto.

Al menos no se molesta en mentirme a la cara, eso ya genera un poco de confianza.

— Está bien, quiero saber el tema de la logística y el tiempo que estaré fuera — acepto luego de pensármelo unos minutos, no pierdo nada.