Salgo a correr como todas las mañanas luego de organizar lo que falta para mi fiesta. Hace un día precioso, no hay tanto sol y el viento sopla suave contra mi cara mientras troto.
— Entonces tu novio viene hoy? — pregunta Nicolás luego de recuperar el aliento.
— Adonai no es mi novio, solo es un buen amigo — respondo indiferente a su comentario idiota.
— Claro, y yo soy tonto.
— Lo suficiente como para creer que tengo algo con él — no entiendo de dónde saca esas cosas. A ver qué me haya acostado con él un par de veces no lo hace mi novio, además eso Nicolás no lo sabe.
— Lo que tú digas — responde burlón a mi comentario y sigue corriendo a su ritmo.
Veo la hora en mi reloj y me parece que 1h corriendo es más que suficiente por hoy. Tengo que ducharme y vestirme antes de que llegue Adonai, dado que al igual que mi querida madre adoptiva, es obsesivo con la puntualidad.
Termino de vestirme lo más rápido posible, ya que me acaba de llegar un mensaje donde Adonai me informa que ya está llegando. Los de seguridad saben que viene, así que quiero acompañarle para que no se sienta idiota mientras cumplen el maldito protocolo de seguridad.
— Cami a donde vas? — pregunta mi pequeña niña al verme cruzar el salón principal casi corriendo.
— Viene alguien cariño, y voy a esperarle en la entrada.
— Te puedo acompañar? Me aburre leer — se supone que está practicando para cuando empiece el colegio, pero me parece que es mucho para ella.
— Está bien, pero sólo te pido que luego termines de hacer eso, vale? — ella asiente contenta y me agarra de la mano para salir a esperar a Adonai.
Es un poco largo el camino desde la entrada hasta aquí, pero llega antes de lo que me esperaba, supongo que no se tardo tanto con lo de seguridad.
— Vaya, no mentías al decir que viven en un castillo — ese es su saludo, y me hace reír por su reacción.
— Espero que los escoltas no hayan sido molestosos — me disculpo porque sé que puede ser agobiante.
— No pasa nada, es su trabajo y entiendo que tienen que cuidar de ustedes — es tan lindo algunas veces que me provoca pegarme por tonta.
— Tu quien eres? — pregunta Emmy entre curiosa y autoritaria, no le conoce de antes y es muy recelosa.
— Me llamó Adonai, un placer conocerte por fin pequeña — se agacha para quedar a su altura, o bueno, intentarlo, y le extiende su mano.
— Yo soy Emmy, me gustan los dibujos que tienes en el cuello — claro, no podía decir otra cosa sino esa —. Puedo hacerte uno yo?
— Em no es tan fácil como hacer un dibujo, no puedes — respondo yo antes de que él acepte alguna tontería de parte de mi hermana.
Entramos y dejo a Emmy justo en donde la encontré para que termine de hacer la tarea junto con su niñera.
Lo llevo hasta el salón principal para sentarnos un rato, ya luego veo que podemos hacer.
— No entiendo como te puedes quejar de vivir aquí.
— No me quejo de vivir aquí, sino de como termine aquí.
— ¿Qué tal estás? Te noto motivada, será porque dentro de nada cumples años?
— Puede ser, y que ayer conocí a alguien que puede que cambie mi vida para siempre.
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Mejor vida (II)
RandomLibro 2 de la trilogía"Vidas" Mi vida no era perfecta, pero era feliz así. Mi razón de seguir son mis hermanos, en un lugar donde no se vive, se sobrevive. Ella nos salvó, y nos condenó. "Un Ángel y un Demonio hecho mujer".