Capítulo 105

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Conocer al hermano de Isaac fue algo frustrante. Logró callarme delante de todos con una facilidad impresionante. Estaba harta, ni siquiera en una cena familiar los escoltas se iban, y el hecho de estar en casa de mi suegro puso las cosas más tensas.

Ivan, el hermano de Isaac, me explicó en menos tiempo del necesario la razón por la que tenemos escoltas, y a pesar de que se llevó un regaño de parte de su padre, le agradezco que por fin alguien me hubiera puesto en mi sitio.

Fue de muy mala educación quejarme delante de todos por la presencia de dichos escoltas, y por eso en vez de molestarme con él estoy agradecida.

Mi móvil suena por quinta vez en lo que va de hora y respiro profundo para atender con educación.

— Buenas tardes señorita Lombardi, le estamos llamando porque la marca ha estudiado su propuesta y quiere contactar con usted para conversar los términos en persona — me sorprende escuchar eso, pensé que era otra persona, quizá alguien interesado en contratarme.

— Justo tengo el resto de la tarde libre, puede informar que nos vemos en dos horas en el hotel Sombra — respondo emocionada pero muy profesional esperando que de verdad acepten.

—Perfecto, el encuentro será allí sin problema — la chica tan amable cuelga la llamada y no puedo evitar gritar de emoción.

Estar encerrada ha servido para planificar mi futuro y el del bebé que viene en camino. No puedo seguir modelando, me prohibieron realizar más campañas o promociones y me frustra no tener una fuente de ingresos estable más allá de la cuenta bancaria de mi madre adoptiva.

Cuando compré aquella vez los bolsos por impulso no imaginaba que se iban a volver un fenómeno entre mi entorno. Recuerdo que Lucia quería uno, pero aún no salían, entonces ahora, que la colección ha salido y según es todo un éxito gracias a mis anuncios promocionando, quiero comprar los derechos de la marca.

— Estás bien? Por qué ese grito? — Nicolás entra muy agitado y me giro para verle y noto su preocupación.

— Estoy más que bien enano — chillo emocionada —. Tengo una reunión luego para conseguir los derechos de una marca — entro tan rápido como puedo a mi armario para buscar algo perfecto para la ocasión.

— Calma calma — entra en pánico y se acerca a mi para sujetarme de los brazos —. Nada de emociones fuertes, estrés o preocupación, y me parece que con este tema estás teniendo las tres.

— Estoy bien, prometido — entiendo que se preocupe, por eso le sonrío con emoción y me alejo para seguir buscando el atuendo ideal.

—Además, no deberías estar estudiando para tus exámenes de esta semana? — pregunta confuso y con un aire de superioridad porque él puede ir a clases y yo no.

— Llevo tres semanas estudiando todos los temas que entran, puedo permitirme un descanso para realizar un negocio — me emociona tanto sentirme dueña de mi futuro.

Si algo aprendí trabajando con Adonai y Daniel es que cada esfuerzo tiene una recompensa, y es necesario arriesgarse para ganar.

Me decido por uno de mis trajes favoritos porque me mantiene muy delicada pero a la vez formal. Parezco una empresaria aunque en realidad soy solo una niña emocionada porque cree que por fin puede lograr algo importante.

— En dónde acordaron la reunión? — pregunta interesado desde mi habitación mientras me visto con calma en el vestidor/armario.

— En el hotel de madre — respondo centrada en mi imagen, no quiero que se note mi embarazo y este traje consigue mantener mi abdomen plano —. Me pareció un buen sitio.

Mejor vida (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora