Capítulo 119

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Conduce despacio hasta llegar al instituto, casi no hay estudiantes por fuera, todos están en clase. Algo bueno también, el examen es en otro horario diferente al del resto, así que supongo que me encontraré a menos personas.

Bajo con cuidado, no sin antes preguntarle a Sofia por mi barriga, lo de siempre. Recuerdo el consejo de Melisa y camino un poco encorvada para disimular, aunque no estoy del todo segura.

Las puertas se abren cuando me acerco, supongo que me vieron a la distancia. Entro al instituto y por un momento miro todo asombrada, hace tanto tiempo que no pisaba este sitio, sigue igual que antes, y no entiendo qué me sorprende de eso.

Busco el número de la clase en donde haré el examen, por la letra sé que está en la primera planta, pero no recuerdo bien en qué dirección.

Como estoy perdida y no tengo tiempo para buscar clase por clase, decido preguntarle a la primera persona que aparece en mi campo de visión. Un chico algo y moreno que está de pie dándome la espalda es la mejor opción, es eso o llegar tarde.

— Disculpa, estoy un poco perdida, me puedes decir en dónde está esta clase? — pregunta luego de tocar su hombro, se gira con cuidado antes de responder.

— Déjame ver — acepta revisando el papel, no me mira a la cara, no sabe quién soy, pero yo estoy muy sorprendida de lo que veo ahora mismo.

— ¿Esteban? — pregunto muy asombrada y ahora es cuando levanta su vista del papel para verme.

— Camila? — pregunta dudoso, estoy un poco diferente a cuando nos vimos por primera y última vez —. Vaya, sí es cierto que estás muy diferente.

— Gracias, supongo — no sé cómo tomar el comentario, aunque dejándome llevar por el tono supongo que bien —. Llego tarde a un examen, me puedes ayudar?

— Claro que sí, justo tengo que ir hasta allí para presentar un examen final — me sorprendo aún más por eso.

— No tenía ni idea de que estudiabas aquí — admito confusa mientras caminamos con prisa hacia la clase.

— Me adoptaron luego de que a mis padres los condenaran a cadena perpetua — comenta sin problema un tema tan delicado como ese —. Como entre tarde me dieron la opción de presentar este examen y así graduarme.

— Vaya, siento lo de tus padres — respondo sintiéndome mal por él, supe desde que hablamos que quería salir del orfanato rápido.

— Ahora me siento mejor con mi nueva familia, que de hecho, la encontré gracias a ti.

— Gracias a mi? De qué hablas? — pregunto muy confusa porque no entiendo en qué pude interferir yo.

— Todos sabemos que fuiste tú quien cambió a la directora — dice divertido supongo que por algo que ha recordado —. Además de esos regalos en navidad, tenían tu firma por todos lados.

— Eh bueno, creía que era lo correcto, por eso lo hice — admito apenada por alguna razón extraña.

— No se supone que estudiabas aquí? Por qué no sabes dónde está la clase?

— Dejé de venir hace varios meses por problemas de salud... — digo una verdad a medias sin entrar en detalles, el asiente y no dice nada más porque entramos directo a la clase.

Somos pocos, con mesas separadas para evitar copiarnos y todo eso. Apenas entramos sueña el timbre de cambio de hora, así que nuestro examen comienza.

Las primeras tres preguntas son las más difíciles, estoy desconcentrada por haberme encontrado a Esteban de la nada, no terminamos de hablar sobre cómo terminó aquí y la curiosidad me mata, además estoy pendiente de miradas furtivas hacia mi barriga, pero al darme cuenta de que todos están muy concentrados ignoro mis pensamientos y me centro en el resto de preguntas que salen de mi cabeza como vomito, cada palabra textual.

Mejor vida (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora