Contigo hasta el infinito (INFINITO #2)

Capítulo 82

Preparando la sorpresa
~ Aarón ~

Bebió de su botella de agua asintiendo para llevarme la contraria.

—Amor, que sí. Lo dejamos en abril y lo volvimos a retomar para esas fechas, tres años después, pero ajá.—le restó importancia con su mano.—Mañana cumpliríamos nuestro primer aniversario. Solo tienes que empalmar meses.

Reí porque no me quedaba de otra. Ella quería que la fecha de aniversario siguiera siendo el 14 de Septiembre y no era nadie para quitarle autoridad. Tomó un carrito de supermercado que había cerca y antes de entrar, me observó haber si estaba de acuerdo, la atraje de las mejillas y le dio un beso corto en los labios.

—Como quieras.—la deje ganar.

Sorbió por la nariz. Hacía dos semanas se le había dado por caminar descalza por el apartamento, sin llevar medias. El cambio de temporada y sus descuidos habían provocado que tuviera un resfrío, algo bastante fuerte que la tuvo en cama gran parte de un día porque tenía malestar de cuerpo y fiebre.

Llamé a Logan que me mandó a la farmacia por medicamentos y estuve de enfermero durante ese día entero, tomándole la temperatura a cada nada y oyendo sus injurias hacia un virus. Todo para que al día siguiente cuando al menos pudo levantarse de la cama lo primero que dijera aún congestionada era que quería helado.

Eran finales de agosto y fin de semana por lo que debíamos hacer la compra. Había salido más temprano por ser sábado de la oficina, aunque ese día cancelé mis reuniones y estuve con Jhonatan para diseñar como quería que la constructora se viera por dentro y por fuera, Jhonatan era el encargado de ello, y en quien más confié para que me guardara el secreto, obviamente se pavoneó por ser el primero en saber del grupo, incluso antes que la pelirroja.

Entramos al supermercado al quedarle claro que no objetaría con celebrar en catorce días nuestro primer año de novios y cuatro meses de casados, porque casualmente el día que nos casamos (14 de Junio) coincidía. Primero llenamos el carrito con lo necesario y luego nos distrajimos entre los pasillos viendo qué más agarrar.

Vimos la zona de ropa y se decantó por unos mamelucos buscando su talla bajo mi exenta mirada hasta que se dio cuenta que estaban en la sección de maternidad. Negó y no mencioné su error pero no pude evitar sonreír imaginándomela con uno puesto.

—Ni me digas nada.—me advirtió severa, aún guardaba señales del resfriado, por ello me hizo caso cuando le pedí que se llevara una bufanda si no iba a sacar abrigo.

—No pensaba hacerlo.

—Muy bien.—felicitó cómo si fuera su aprendiz obediente, me dejó con el carrito que tuve que empujar tras ella.

Se perdió por un pasillo indecisa entre un par de galletas y recordé algo que hacía cuando tenía catorce y acompañaba a Taylor con las señoras que cocinaban en mi casa para hacer la compra. Si bien ayudaba, también aprovecha sentirme libre y romper las reglas o normas de rectitud, tomé vuelo a sabiendas que podría acabar muy mal y me subí en el carrito. No me caí al menos y lo repetí hasta que Julietha se dio vuelta viendo la tontería que hacía.

—¿Es en serio?—me preguntó la que no se pudo decidir e iba a comprar ambas galletas.

—¿Qué? ¿Tú nunca te has montado en uno de estos cuando eras más pequeña?—inquirí haciéndome el indignado.