Capítulo 76

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~ Julietha ~
Familia por elección

Mi mañana de aquel martes había empezado bien, pero mi tarde fue un cúmulo de estrés.

Después del desayuno en el apartamento de mi hermano, junto a Luana y Santiago, Aarón se fue con Logan en su Tesla hasta el laboratorio donde trabajaba para hacerse los análisis. Santi insistió en acompañarlos y al final terminaron cediendo.

Yo me quedé con Luana bebiendo una taza más de café y conversando acerca de Logan, sus cambios seguían pero sus discusiones habían minorado, cada que iba a explotar prefería salir a caminar.

-La verdad creo que es lo mejor. Así toma aire fresco y se calma a sí mismo. Solo temo que por un impulso termine haciendo una locura, sé que Logan no es normalmente así pero ahora no tengo sus reacciones tan claras.-me comentó.

-Lo peor que podría hacer es encarar a Richard, a Jazmín o a Cristobal.-musité.

-¿Por qué a ellos?-me preguntó confundida. Yo creía que Logan le había contado todo y me acaban de dar cuenta que no.-¿Cristobal Ruiz? ¿Qué tiene que ver ese señor con sus padres?

Mierda.

-Nada relevante.-despreocupe bebiendo un poco de mi taza-De seguro ya pronto se soluciona todo.

Sonrió asintiendo y esperando lo mismo que yo, fingiendo no darle importancia a mi último comentario. Luana podía parecer primero una persona arisca, aunque en realidad era un ser muy dulce y para nada tonta.

-Antes de almuerzo, tengo que hacer mudanza.-le comenté agobiada por ello, me aburría demasiado tener que empacar todo en cajas y ropa en maletas.-Así que es mejor que vaya avanzando.

Ella asintió y me escoltó hasta la puerta de su departamento. Sabía que en dos de esos pisos vivían Fernanda y Adrián, y Dominik junto con Jhonatan. Sopese la idea de irme a hacerles una visita y pasar mi mañana allí, pero como adulta responsable fui a hacer mis deberes descendiendo hasta el vestíbulo y caminando hasta donde estaba aparcado el Ferrari de Aarón.

Al parecer ser esposos inmediatamente me otorgó el permiso de conducir su auto sin recibir advertencias de que lo cuidara y ese tipo de cosas. Con la mano en la manija de la puerta levante la mirada al sentirme observada y me topé con unos ojos verdes que me atormentaron todo el viaje.

Iván en la otra acera asentía con las manos en sus bolsillos. Me detalló, se colocó unas gafas y se largó sin decir nada. Al subir al auto mi celular vibró. Lo tome con angustia y era un mensaje de mi maldita pesadilla.

Iván.
«Felicidades por tu matrimonio. ¿A escondidas en Grecia? Jamás lo imaginarían. Es una pena que Elliot aun siga esperando una respuesta. ¿Aarón ya sabe que jamás terminaste con Elliot y que piensa que aún se están dando un tiempo?»

Eliminé el mensaje con rapidez dejando el celular encima de mi bolso en el asiento del copiloto. Iba a quitar el pie del embrague pero un mensaje volvió a evitarlo.

Envió una foto.

Iván.
«Si le envío esto a Elliot en un arrebato de celos por sus mensajes constantes. Imagínate qué haría cuando él vaya a contarle que la zorra que jugó con ambos fuiste tú.»

Contigo hasta el infinito (INFINITO #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora