Capítulo 5

112 4 2
                                    

~ Aarón ~
Los pequeños detalles

Los Ángeles, E.E. U.U.

Los golpes contra el saco de boxeo fueron secos, irracionales y llenos de una bestialidad que en los últimos años se había convertido en una de mis más resaltantes características.

Las gotas de sudor comenzaban a recorrer mi frente y a trazar su camino por mi pecho. Las vendas que envolvían mis nudillos se tiñeron de un color rojizo que evité ver a pesar de sentir el ardor que se producía en esa parte de mi fisionomía, que me hacía darme cuenta que aún estaba vivo, que lamentablemente aún respiraba y sentía.

Seguí intercalado los movimientos, izquierda derecha, mantuve el ritmo y quise continuar si no fuese por aquel tipo que habló sin que nadie se lo pidiese.

—Romperte los nudillos no va a solucionar tus problemas.—avisó tras de mí y no me detuve, tan solo bajé un mínimo la intensidad, apretando los dientes pero quedarme callado fue misión imposible.

Lo miré, movía su cabeza en señal de negación divertida mientras se decidía si cruzar el umbral de donde me hallaba, al final optó por hacerlo y luego se cruzó de brazos apoyándose de espaldas en uno de las casilleros antes de dignarse a mirarme a la cara y levantar la mirada del suelo.

—Drogarte tampoco soluciona los tuyos pero a pesar de eso, no lo dejas de hacer.—respondí lacónico deteniéndome por completo.

Jhonatan me miró desafiante, notoriamente ardido por mis palabras. Nuestra relación no había sido la mejor desde hacía una temporada, con Fernanda casi también iba por el mismo camino, si no fuese porque la rubia terca se negaba a dejarme solo en la miseria, estaría en las mismas condiciones con ella.

—Ya cánsate con ello ¿no? Entiende que lo mantengo bajo control al igual que tú con los cigarrillos.—contraatacó.

Solté una risa irónica ya que su vano intento de comparar sus adicciones con el vicio que yo tenía era muy patético, o al menos así lo pensaba yo, no fui el único que quiso evitar que se hundiera en el pozo, Logan y Adrian también lo intentaron, incluso Francisco tuvo una especie de charla paternal con él que por lo visto no dio frutos.

—No vas a comparar una droga con un cigarrillo, Jhonatan.—repliqué severo—No estas siendo consciente, no estás bien y el día que lo aceptes por fin podremos tener una conversación decente.—quise dejarlo ahí, no echar más sal en la herida, pero continué lastimándolo sin pensar por culpa de la adrenalina en mi cuerpo—Ella cometió el error y parece que tú eres quien se mortifica aún más.

Dió un paso adelante, su sonrisa irónica se perdió, sus ojos me querían comer vivo, ardientes por un fuego que se canalizaba en rabia, amargura y dolor, Jhonatan no era el mismo chico que se hizo mi amigo cuando empezamos la universidad, que siempre me apoyaba en todo, que me seguía en cualquier locura, ahora era una persona que vivía por vivir, vacía, carente de emoción, que se estaba hechando a perder por una equivocación ajena.

—No la menciones, Aarón. Te lo advierto.—dijo señalándome mas yo proseguí sin importarme su amenaza.

—Que Dominik eligiera a James no tuvo nada que ver contigo y lo sabes,—continué mirándolo a los ojos directamente para que supiera que lo que decía era verdad—ella te explico el porqué de sus decisiones, porque se apartó de ti, porque estaba al lado de ese hijo de puta y no contigo. Te explico el motivo de haberlo jodido todo y tú no decidiste creerle.

Contigo hasta el infinito (INFINITO #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora