Contigo hasta el infinito (INFINITO #2)

Capítulo 64

~ Julietha ~
Locuras de borrachos

—Conozco a Julietha Navarro, o como ustedes suelen llamarla « ángel del arte » desde hacía unos años. Y no podría estar más que agradecido de que el destino la haya puesto en mi camino, porque al conocerla también descubrí una parte de mí que ella sacó a relucir. Julietha es una persona maravillosa y como pueden observar una artista con un potencial increíble. Su pasado la ha llevado a cultivar este presente y a cosechar todas las cosas buenas que sé que le esperan en el futuro.

Relamí mis labios tratando de mantenerme serena oyéndolo.

—Es una joven que es demasiado buena para este mundo, es una artista que en cada obra muestra una parte de sí y me siento muy orgulloso de poder tener un conjunto de sus cuadros, uno que encierra demasiados sentimientos que tenemos en común y con los cuales me sentí identificado. Estoy aquí porque hasta dónde me comentaron he sido el único comprador a ciegas en la historia de esta galería. Y me pidieron que dijera porque lo hice en esta exposición dedicada a Julietha. Es una historia muy larga que se resume en confianza, en creer tanto en ella que cualquier obra que haga, sé que tendrá un mensaje oculto que estoy dispuesto a descifrar. A ti, Julietha, gracias por estas obras de arte perfectamente imperfectas que quizás la mayoría no comprenda pero te aseguro que yo sí, y a ustedes, por estar aquí, apostando por su gran talento.

Me aplaudieron y yo tenía una sonrisa genuina en el rostro, le dejó el micrófono a Olivia y también se apartó de los demás. Vi a Elliot pidiendo algo a Ulises y él tratando de movilizarse hacia dónde se hallaba Olivia conmovida y entendiendo muchas cosas, mi jefa y amiga por fin llegaba a conclusiones de mis historias inclusas y ya podía colocarle un rostro a quien siempre me refería como él.

Otras personas entraron a la galería, me quede helada al ver a mis tres demonios acechándome y fui en busca del único que podía hacerme entrar en calma. Traté de obviar que Vivianna, mi padre e Iván Sandoval estaban allí estirando su cuello en busca de una presa, que para dos seguramente era yo y para la urraca con un bolso Dior era Aarón.

Olivia pudo seguir y a los lejos escuché que le daba la palabra a Ulises, quien dio un discurso breve pero conciso y que aprecié mientras me encaminaba detrás de Aarón. Se detuvo entrando a la sala de reuniones, donde firmé el contrato por primera vez, cuando el me dio la seguridad que me faltaba para arriesgarme.

No pude resistirme más. Cerró la puerta tras nosotros cuandl lo rodeé con mis brazos y lo besé con necesidad hasta quedarnos sin aliento. Colocó su mano en mi nuca para que no me apartara, con su otro brazo aferrando mi cintura me alzó en vuelo colocándome sobre el borde de la mesa ovalada enorme. Al separarnos apoyó sus manos al filo y nuestra narices se rozaron.

—¿Por eso no querías que...?—me preguntó faltándole el aire para hablar.

—Te lo debía, Aarón.—susurré acariciado sus pómulos con los pulgares—Aún te debo una pintura.

—Me debes varias.—entrecerré los ojos y de pronto traté de unir sucesos.

Vivianna se había unido a la red que entretejía Iván Sandoval entorno a mi padre y Elliot, quizás con ayuda de Natalie. Eran mis mayores dolores de cabeza y tanta coincidencia no creía que fuera posible.

—No lo sabía.—reconocí—Tu amada Vivianna quiso aliviar mi pena.—recordé haber fingido estar afligida por la ausencia de Elliot en su fiesta de compromiso y no me sorprendería que lo hubiera usado a su favor costeando un vuelo sorpresa—No fue mi culpa.

—Esa estirada tiene que aprender a soltar.

—Son ustedes quienes no quieren soltar los millones que equivale la empresa de su papi. La ambición y egoísmo te llevo a donde estás.