Capítulo 7

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No hay vuelta atrás
~ Julietha ~

Observé cómo terminaron de llevarse las pinturas, y mis manos comenzaron a sudar sin pretenderlo. Mis nervios despegaron por las nubes en una mezcla de emociones tensionantes que se juntaban como cuando una de mis obras iba a ser vendida, comenzó a crecer al igual que una bola de nieve y se arremolinaron en la boca de mi estómago.

—Ya está todo listo.—sentenció Nina dejando de ver su tablet para sostenerla a la altura de su vientre. Su mirada fue de comprensión y quizás un poco de nostalgia por la manera en que acomodó sus gafas.—Buen viaje, Julietha.

Fue su lacónica forma de despedirse y luego abandonó la sala de juntas en la que me volvía a encontrar, pasado ya tres días desde que acepté ir a la exposición como la mano derecha de Olivia, representando a todos los artistas y para dejar por lo alto a la galería .

Moví mi pierna nerviosa debajo de la mesa. Elliot había adelantado un día su regreso de Marsella, desde la discusión con sus padres y mi forma de huir de donde no me sentía bien recibida no tuve el valor de llamarlo, en mi mente se fijó la idea de que yo no cometí ninguna falta, la idea de que yo no debía pedir disculpas por nada.

Yo no hice nada malo y debía dejar de sentirme culpable. Yo no estaba haciendo nada malo.

Ojeé las revistas que habían en medio de la inmensa mesa de reuniones para no sufrir un ataque de ansiedad, ya mi imagen con el cuadro Te amo hasta el infinito—así lo habían nombrado por todas partesno se mostraba más en los monitores, pero el alivio duró poco en mi interior, asombrada al ver los artículos en donde mi nombre era utilizado en críticas del evento.

¿En qué momento mi intento de huir se había convertido en resaltar con pinturas que no eran en realidad mías?

Comencé a ponerlas una al lado de otra, comparando las portadas y abriéndolas en donde hablaban de la gala por el aniversario. Mis ojos rápidamente hallaban mi nombre seguido del de Olivia o el de Elliot. Leí en tiempo récords un par de ellos.

«El ángel del arte brillando con su talento y sus ala de colores» la dejé a un lado para leer el siguiente titular. «La artista estrella de la galería Terra deslumbró en la alfombra junto a su prometido Elliot Graham» el que sería mi esposo atraía los reflectores, su trabajo era aumentar la visibilidad de la galería, no la mía a pesar de ser mi representante. «Julietha Navarro nos dejó atónitos a todos con su discurso tras recibir el reconocimiento a la artista estrella» cerré de golpe la revista apoyando los codos en la mesa.

No hablaban más que de cómo iba vestida, las palabras que dije, mi educado y dócil comportamiento, mi actuación de aparentar que tenía el mundo bajo mi control había sido impecable por lo visto y según decían, mi don para controlar la situación con un estilo espontáneo e implacable eran dignas de mencionar y remarcar en más de un párrafo.

Cerré la mayoría quedándome con tan solo una, que no sabía porque estaba allí si era de una imprenta norteamericana, el resto sin excepción alguna eran netamente francesas, eran de las que tomaban más referencias el equipo de marketing.

Una edición especial de la Revista Platinum. Arrugué el entrecejo con mi sien apoyada en mi puño, preparándome mentalmente para ver lo que sea.

Acaricié la portada y observé los pequeños círculos a un lado donde anunciaba las primicias y todo ello. Allí aparecía yo y en lo bajo de mi foto señalaban la página donde redactaron el artículo.

Contigo hasta el infinito (INFINITO #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora