Capítulo 68

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~ Julietha ~
Bienvenidos a Grecia

La señora de beige, de la cual no recordaba su nombre, y que estuvo presente en la primera sesión de fotos también se manifestó en esta nueva. Aarón era el encargado de llevar nuestra maleta e iba a unos pasos por detrás de mí.

Yo creía ser la que atraía miradas pero...había un ligero detalle, todas eran de mujeres, por lo que comencé a sentirme rara, además de acosada aunque luego recordé que mi hombre me seguía como una sombra y supe a quien miraban realmente. Su cara de amargado no avivaba sus ilusiones y para mal tenía puesta las gafas porque aún tenía rezagos de sueño.

Ambos optamos por mantener nuestra relación en bajo perfil, si bien nos gustaba la idea de que la revista nos publicara de portada, tampoco podríamos dar la noticia tan abiertamente sin hablar previamente con ciertas personas. Así que cada que la señora de beige estuviera cerca seríamos enemigos, hasta que las puertas de alguna de nuestras habitaciones del hotel se cerraran.

-Bien. Veo que esto se convirtió en un viaje de amigos en un corto tiempo.-advirtió la señora con un atuendo más acorde al lugar y unas gafas de sol.

A su lado se detuvo una joven que calculaba tendría entre veinte y veinticinco años, con un uniforme que le daba el papel de recepcionista, además de que tenía llaves y una hoja en las manos.

-La recepcionista pasara a entregarles sus suites y habitaciones correspondientes, según las reservaciones. Señor y señora Navarro...-empezó la recepcionista, todos reímos cuando mi hermano y Luana fueron llamados de ese modo, mintiendo con su supuesto matrimonio para recibir un champán gratis.

Solté un suspiro, siempre iba al último, porque siempre era la última en confirmar mi asistencia, era igual en la preparatoria, en la secundaria y primaria. Supuse que Fer recién dio nuestros nombres hacia unas horas porque a todas las parejas las llamaban como si fueran un matrimonio lo que me puso tensa.

Medité apoyando mis brazos en el asa de mi maleta, robándosela a Aarón, mirando mis uñas despreocupadamente hasta que mi aburrimiento fue desvanecido al segundo por ciertas palabras.

-Julietha Ruiz...-pronunció de nuevo, yo alcé la vista, aún no era una Ruiz, ¿Acaso ya lo sabía?-y Aarón Ruiz, señora y señor aquí tienen su suite matrimonial, que disfruten su estancia.

Ninguno de los presentes recordaba con seguridad lo que había pasado anoche. O al menos nadie había mencionado nada por lo que supuse aquello. Así que según la mayoría Aarón y yo seguíamos en un cese de fuego aunque en cualquier momento la guerra continuaría. No podía ser. Yo solo quería ir a descansar hasta la noche e ir a algún bar luego, y el idiota a mi lado no ayudó al tomar la tarjeta con el código de nuestra habitación mientras mi hermano preguntaba si había algún error pero sin armar escándalo.

Bien. Él sabía que yo tenía algo con Aarón, no un compromiso pero algo como un noviazgo y no me molestaba compartir habitación, pero la señora de beige alzó las cejas sorprendida. Si queríamos mantener las apariencias, debía empezar mi papel de indignada cuanto antes.

-Yo no planeé esto.-aviso Fernanda alzando las manos.

-Debe habrá un error, ellos no son nada.-señaló la señora de beige,-¿podría revisar?

-Claro. Tal vez hubo alguna equivocación, pero si gusta puede acompañarme a ver las reservaciones.-cedió la recepcionista y la señora de beige la siguió hasta donde reposaba su computador.

Oculté mi risa, bien, así que ahora tendría a Aarón solo para mí en una suite, quería rodearlo con mis brazos y no soltarlo, pero la mirada inquisidora de mi hermano me obligó a reprimir mis deseos.

Contigo hasta el infinito (INFINITO #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora