~ Julietha ~
Mírame ahora—Julietha, espera.—me retuvieron cuando estuve por librar brazos y piernas de las personas que guindaban de los sofás. Por lo visto estuvo muy buena la borrachera de anoche.
Di media vuelta y me encontré con una imagen que mi cerebro demoró en encajar con mi realidad. Aarón con un traje incompleto, ya que no tenía puesto el saco ni la corbata del mismo, me alcanzó con un termo y algo envuelto en papel aluminio. Lo tomé sin pararme a pensarlo mucho, más por inercia y haciendo malabares con el folio que también sostenía.
—No te vas a ir sin desayunar, pelirroja.—me reprochó dándome un beso en la frente, cerré los ojos confundida antes de abrirlos para ver como se alejaba, quedándome sola y varada en medio de la sala.
—Vas a querer que te lleve a la galería de camino a la universidad, ¿verdad?—me preguntó Dominik bajando apresurada por las escaleras y tocándose la frente. A ella también se le hacía tarde.—Carajo. Tengo una resaca de mil demonios.
Luego se dio cuenta de que llevaba técnicamente un desayuno en mis manos.
—Por fin no te olvidaste de comer. Que bueno.
Asentí encaminándome hasta la puerta. Subiendo antes que ella a su auto, del cual quitó los seguros con los botoncitos de su llavero antes de que me peleará con la puerta. Vi como a los pocos minutos Aarón salió de la casa, subiéndose a su Ferrari estacionado a un lado. Subida en el auto no pude parar de seguirlo con la mirada y preguntarme qué mierda estaba sucediéndole.
Dominik analizó al tomar asiento a mi lado y encender el motor. No quito el pie del embrague a pesar de que ya tenia vía libre para echar marcha atrás y acelerar para irnos dirección contraria a la de Aarón.
—A ti te pasa algo. Y no quieres hablarme de ello.—dedujo viéndome callada observando lo que tenía en las manos.
—Yo no preparé esto para mí, Dominik.—confesé algo consternado y aún sorprendida—Fue Aarón quien lo hizo.—susurré perdida en el espacio-tiempo.
No entendía nada, se suponía que solo éramos un desliz, una diversión, un juego para el otro, me estaba obligando a verlo así, pero sabía que ya no lo era más. Que no podía serlo. Él había confesado que me seguía queriendo y por algún extraño motivo no pudo continuar conmigo. Y mi curiosidad acababa de despertar. Moría por saber cual era ese motivo y porque ya no parecía importarle que lo supiera.
Solo existían dos opciones en mi mente: Había decidido ser valiente y arriesgado al darse cuenta que no todo estaba perdido conmigo o el motivo por el que me aparto de su vida ya no existía más.
De pronto el pequeño robo que cometí apareció en mi memoria como un halo de luz abriéndose paso entre las neblinas. Algo me trataba de decir que ese USB (ahora en mi posesión) era una pieza importante en esto.
~ Aarón ~
Definitivamente no estaba pensando con racionalidad.
De seguro justo ahora mismo ella estaría echando lo que le di en el primer tacho que encontrara.
Me había dejado claro en más de una ocasión que volver a intentarlo era un error, que estar juntos parecía la peor de las amenazas para la humanidad, entendía que me dijera eso bajo la justificación de cada palabra que oyó viniendo de mí hace años.
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Contigo hasta el infinito (INFINITO #2)
RomanceUna parte de ella se rompió hace tres años y él es quien conserva los pequeños trozos que le hacen falta. Reconstruirse no fue un camino fácil y los muros de hielo congelaron su corazón, su vida había dado una vuelta completa, sus sueños se estaban...