Contigo hasta el infinito (INFINITO #2)

Capítulo 84 - parte II

~ Julietha ~
Condena de almas

Su expresión se ensombreció, noté como su sonrisa se hacía cada vez más pequeña hasta extinguirse mientras la mía se ensanchaba para las cámaras.

Subimos las gradas y al menos no nos hicieron hablar en la entrada. Caminaron con nosotros hasta el interior del salón, fue allí en donde nos detuvimos, Maricielo salió disparatada de las manos de su madre y abrazó a Aarón por las piernas en un tierno gesto repitiendo la palabra «tillo» queriendo decirle tío. Aarón pasó la mano por su cabello tomándola de la manita a su lado.

—Te he dicho que me obedezcas, Cielo.—se encolerizó Natalie que con tosquedad la jaló hacia ella, la niña se resintió bajando la mirada y cubriéndose la cara con sus manitas.

—No trates así a la niña delante de nuestros invitados, hija.—advirtió Cristobal forzando la cortesía.

—Buenas noches, padre, madre, Natalie.—habló Aarón tragándose la ganas de abogar por Maricielo y enfocándose en otro tema.

—Buenas noches con todos.—me obligué a saludarlos con algo de estima y admiración en mi voz.

Gretel se aproximó, abrazándome y haciendo lo mismo con su hijo que a duras le devolvió el gesto. Vi el rostro de su madre conmovido, y no entendí que sucedía muy bien pero fingí que sí, se suponía que Aarón aún mantenía contacto con Gretel y ella reaccionó como si no hubiera sabido de él en meses. Cristobal reprimió las ganas de imitar el gesto de Natalie pero con su esposa.

Ambos eran muy altaneros y orgullosos, nos devolvieron con cortesía el saludo pero sin abrazos o recibimientos cálidos. Su padre me detalló, de pies a cabeza como tratando de mostrar en su gesto que parecía una de los suyos pero que jamás lo sería. Tuve ganas de expresarle en la mía que jamás quería serlo.

—No me gusta irme por las ramas—habló Cristobal rompiendo el silencio posterior a los saludos—¿Qué significa esto, Aarón?

—¿Querías que buscará una nueva novia, no es así padre? O al menos eso creí entenderte en la última reunión que tuvimos—rememoró su hijo con supremacía—Una muestra que era un hombre comprometido y no disponible. Ella es Julietha Navarro. Te la vuelvo a presentar aunque yo creo que sí la conoces.

Me tomó de la mano en un gesto más íntimo que llevarme de su brazo.

—Es un gusto verlo.—fingí felicidad—Como siempre.

—¿Acaso es una maldita broma?—rugió y ninguno se estremeció con el estallido.

—No. ¿O me ves con cara de que esté bromeando, padre? Lamento haberte dado esa idea pero no es así. Mi relación con Vivianna no iba bien, Juls rompió con su prometido. Una semana en Grecia. Cosas van, cosas vienen.—declaró Aarón de los más casual.

—Un amor de las cenizas siempre puede resurgir, ¿no creen?—acoté hablando con el mismo tono que Aarón—Y más cuando murió por un problema que se podía haber solucionado hablando. Hemos madurado desde entonces.

—¿Le llamas madurar a planear todo un evento para que mi hijo sea la burla?—Gretel no sabía dónde meter la cabeza, la actitud de su esposo la avergonzó—Van a circular fotos de él contigo, con una simple chica de clase media que hace dibujos para vivir y se cree muy por encima de sus superiores, que se viste de marcas que ni siquiera se puede permitir costear, que finge ser alguien que no es...