~ Julietha ~
Hasta el fin del mundoNo era la primera vez que iba de comentarista con Julietha para se comprara ropa, era un papel que ya había desempañado con excelencia hacía años atrás pero jamás se había demorado tanto en elegir un vestido como en ese momento.
Ya iba por el sexto tras estar encerrada en el probador durante veinte minutos y no duraba ni dos durante al espejo antes de que le encontrara algo malo.
—No estoy segura.—comentó con el séptimo que se probó. Pasó las manos por la tela y no me dejó hablar antes de darse media vuelta para volver al probador.
Lo único que no se había quitado desde que lo encontramos en una tienda artesanal era una corona de flores y que sin derecho a replica avisó que la usaría mañana. Le quedaba preciosa por lo que ni siquiera rechisté. Llegó con el octavo y venía algo más cautelosa, jugando con sus uñas dándose media vuelta en el espejo, observando la parte de la espalda y luego girándome por completo hacia mí.
—¿Qué opinas?—me pregunto dándose la vuelta, nerviosa pude sentirlo al tomarla de sus manos.
—¿Te gusta?—indagué son una sonrisa al verla con los ojos cristalizados.
—¿Y a ti?
Me levanté del sillón en donde estaba de jurado de vestidos y la tomé del rostro besándola como había hecho en esa sesión de fotos. Sorbió por la nariz agachando la cabeza y riendo al ver el vestido ondear solo a causa de una brizna que entró por la ventana.
—Me encanta. Tú me encantas sin importar lo que uses.—volví a robarle un beso cuando sonrió encantada.
—Por eso no me gusta traerte de compras, todo te gusta.—rebatió malhumorada.
—Si quieres una opinión más imparcial.—hablé separándome un poco y señalando cada punto para que estuviera aun más convencida.—Es más tú, no te gusta las prendas ceñidas al cuerpo a pesar de que te quedan divinas, marca las curvas que te sientes cómoda de mostrar y te forman unas caderas que muero por tocar. Quiero hurgar dentro de ese escote después de nuestra boda. Y el vuelo de la falda me hace recordar a las olas del mar igual como lo hacen tus ojos.
—Entonces no hay que buscar más.—declaró yéndose a cambiar para salir del probador con el vestido en mano.
Se lanzó a mis brazos rodeándome con fuerza, de cierta forma nuestra felicidad aumentó con rapidez. Besé su mejilla acariciando su espalda.
—Vamos a pagarlo.—apremié tomando la mochila que compramos llena con un cambio para pasar el único día que tendríamos libre antes de que se dieran cuenta de nuestra ausencia.
Julietha se aventuró antes que yo y sacó su tarjeta de crédito antes de poder decir nada, me miró con superioridad y yo negué tratando de ocultar una sonrisa. Debíamos establecer ciertas normas cuando empezáramos a vivir juntos.
Un momento.
Vivir juntos. Ambos. Como marido y mujer.
Mi apartamento de soltero ya no serviría, debía venderlo y empezar a buscar una casa donde nos sintiéramos cómodos los dos. Pensé que tan rápido podía ponerla en el mercado u que alguien quisiera comprar ese apartamento.
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Contigo hasta el infinito (INFINITO #2)
RomanceUna parte de ella se rompió hace tres años y él es quien conserva los pequeños trozos que le hacen falta. Reconstruirse no fue un camino fácil y los muros de hielo congelaron su corazón, su vida había dado una vuelta completa, sus sueños se estaban...