Capítulo 71

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~ Julietha ~
Del amor al odio solo hay un paso

El ángel cansado de buscar un demonio que la corrompa renació sin esperar nada más, sus alas se alzaron hace mucho y con todo por lo que ha pasado está más que segura que en su alma hay más que solo un poco de oscuridad.—leo en voz alta sentada en la recepción con mi cartera cruzada por mi hombro y un libro cubriendo mi vista.

Me recuesto en el sofá, como siempre soy la primera en estar lista ya que según yo con una lavada de cara, pasarme un peine y ponerme lo primero que vea y con lo que me sienta más cómoda estoy en perfectas condiciones para empezar mi día, sin embargo, ese no era el estigma normal de un dama fina, en el cual estaban incluidas mis amigas y sus fieles novios que las esperaban para bajar.

Aarón era el único que rondaba haciendo guardia a la señora de gris, la cual ahora sabía que su nombre era Vex Parker, y tampoco mostraba alguna señal por aparecer, mientras él seguía fingiendo no estar analizando mis movimientos y ver el menú para ordenar un desayuno decente, el cual no creía encontrar aquí.

—No sabía que leías.—apareció frente a mis narices y era porque los otros comenzaban a acercárseme.

—No lo hago.—era honesta, leer no era uno de mis pasatiempos favoritos—Esperaba que los demás llegaran y encontré este libro de...—leí el nombre de la autora en la portada—Lorena Córdoba aquí. Debía matar el tiempo con algo.

—¿Vale la pena?—me preguntó con las manos en sus bolsillos.

—Por lo poco que leí, ya creo que sí.—asentí dándole crédito, tenía una buena trama a pesar de haber leído la sinopsis y empezar a leer en una página aleatoria—Al menos es mejor que tu clásico Romeo & Julieta, aún sé que lo conservas.—no tenia la certeza, pero sí la sospecha.

—Me siento acosado.—reveló y yo me levanté de mi cómodo asiento para saludar a Lu y a mi hermano que iban llegando.

—Que te digo yo.—seguí rebatiendo—Si convivo con alguien que si quisiera puede rastrear mi ubicación en tiempo real.

Logan alzó una ceja ante mi acusación.

—Lo hacía porque desaparecías del mundo y no contestabas tu maldito móvil.—desesperó con un buen punto.

—O porque eras un maldito celoso.—si queríamos dar un excelente espectáculo, lo conseguimos a la perfección—Nunca lo sabremos.

—Claro. El celoso era yo.—se rió sarcástico.

—Yo jamás te celé.—me defendí tomándomelo personal.

—¿Ya olvidaste lo del 14 de Febrero?—enganchó su dedo en la cadena plateada que llevaba y que yo le regalé, aunque eso también me hacía recordar esa noche en la que terminé casi discutiendo con una tipa de piernas largas.

—Le metieron droga a mi trago ese día.—me defendí.

—O solo eras una maldita celosa. Jamás lo sabremos.—se encogió de hombros usando mis palabras en mi contra.

—No soportas que me quede con la última palabra. Siempre fue igual, Ruiz.—señalé, Dominik y Jhonatan se miraron entre sí, viré los ojos acercándome hasta Dom para darle un beso en la mejilla a modo de saludo, aunque creo que mis chillidos histéricos fueron una más cálida recibida.

—Y ahora me ignoras.—habló por lo alto.

—No.—me volteé—Simplemente te estoy dejando ganar, ser feliz con la última palabra.

—Así pierde el chiste. ¿Sabes?—me acerqué de brazos cruzados a su delante.—Olvidaba que a todo le ves el lado negativo.

Me desafía desde su postura.

Contigo hasta el infinito (INFINITO #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora