Capítulo 9

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~ Julietha ~
Reencuentro de demonios

La casa seguía igual como la recordaba, él mismo jarrón con jazmines perfumados en la mesa del recibidor, los mismos aparadores en sus posiciones, los años no habían pasado para este lugar, era igual que una persona que parecía no envejecer.

—Después de tantos años aún no creo que estoy frente a usted, señorita Julietha.—reconoció Taylor caminando a mi lado mientras otro señor trajeado guiaba a Olivia y Ulises detrás que nos sacaban algunos pasos de ventaja.

—Ni yo pensé que estaría aquí de nuevo.—le confesé sujetando mi bolso con firmeza.

Taylor no lucía más que complacido de verme, sus gestos amables y su singular simpatía me hacían creer que estar allí no sería tan malo a pesar de que muy probablemente me equivocaba.

Había personas allí, los muebles de la sala habían sido aislados a alguna otra parte dejando el salón libre para que las personas pudiesen moverse sin problemas, un señor comenzaba a tocar una melodía en el piano, un violinista a su lado complementaba la melodía, los cuadros eran expuestos en una pared falsa donde cada uno se unía con otro. Faltaba uno en el centro, era la pieza valiosa de la noche, era aquella que no pude hacer nada para evitar que fuese exhibida.

No lo negaría, me dolió que lo hayan puesto en el mercado aunque con el apartado de que a quien sea vendida automáticamente estaría obligado a comprar los otros cuadros que vayan acorde cuando sean terminados. Oí que justo ese cuadro había sido pedido por la persona que contactó a la galería, desconocía que tan verídica era esa información ya que solo fue algo que se le escapó a Ulises en el trayecto de llevarme a la casa de mi madre.

Dejé mi abrigo en el respaldar de una silla alta, dejando en claro que esa noche la ocuparía la galería Terra, las mesas que habían allí me hicieron recordar a aquel bar al que siempre frecuentábamos Elliot y yo, ese aburrido y sin gracia con licores que equivalían a una compra de la despensa para la semana.

En un abrir y cerrar de ojos Taylor se esfumó sin despedirse, me quedé observando hasta el más mínimo detalle de mi alrededor, era como estar en el centro y el resto girará entorno a mí. Capté muchas miradas y quise pensar que era por estar al lado de Olivia, quien se volteó para verme, me tomó de los hombros y me dio las recomendaciones del día.

—Sabes manejar a estas personas mejor que nadie, me alegra que estés aquí, Juli.—habló Olivia acariciando mi brazo desnudo antes de tener que silenciarse y sonreír para quien sea que se acercaba a mis espaldas—La familia que pidió los cuadros para la subasta ahí viene.

«Estás lista, Julietha. Han pasado tres años, puedes lidiar con ellos...con él» me di la vuelta sobre los talones al ver como la familia Ruiz Ortega se acercaba a mí y sus expresiones fueron tan variadas como una ensalada de frutas. Fueron todas diferentes, incluso unas más letales que otras.

No cometí la locura más grande al ver a aquel hombre que era exactamente la copia más adulta del demonio de mis pesadillas al tenerlo frente a mí, Olivia comenzó con las presentaciones aunque no fue necesario, yo reconocí a cada uno de los que estaban en mí delante. Empezando por el magnate del imperio Ruiz.

Mi mente comenzó a detallarlos, luego de tres años parecían no haber cambiado nada: Gretel Ortega de Ruiz, que sonrió al verme y luego pasó a verificar detenidamente con sus ojos cafés que cada arreglo de jazmines en las mesas estuvieran perfectos.

Contigo hasta el infinito (INFINITO #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora