Contigo hasta el infinito (INFINITO #2)

Capítulo 81

~ Aarón ~
¿Error o acierto?

El mes de julio habría traído consigo alegrías, tristezas, discusiones, reconciliaciones, verdades y ya terminaba para darle paso a agosto, el verano quedaba atrás oficialmente dejándole el camino libre al otoño.

Nos dimos cuenta aún más del cambio climático en nuestras escapadas a la casa de playa que comenzaron a ser más escasas conforme pasó el tiempo. Los domingos eran dedicados a nuestros amigos y recordar buenos momentos con ellos. De lunes a sábado nos enfrascábamos en el trabajo rescatando nuestros espacios libres para pasarlos juntos.

Era difícil no caer en la monotonía y de en vez cuando tratábamos de variar, saliendo a caminar, a cenar a nuevos lugares o pasando un rato por Eclipse para beber algo y volver a casa. Algunas veces nos quedábamos charlando hasta tarde en la sala de estar, o cuando la encontraba pintando preparaba la cena y la llevaba hasta la buhardilla sentándonos con una copa de vino en los sillones que al final nunca quitamos de allí. Mis idas al gimnasio se redujeron siendo ahora interdiarias solo por la satisfacción de quedarme una hora más en la cama con ella, bien soñando despiertos o durmiendo con su cuerpo sobre el mío.

Que supiera lo que llevaba años ocultándole supuso un cambio mayor al clima, nuestra relación derribo una barrera que se alzó en cuanto le dije que no podía seguir con ella y que la engañé aprovechándome de su ilusión, ahora quedaba claro mis motivos para accionar así y no había más dudas sobre ello.

Oír que me perdonaba, que no me guardaba rencor alguno trajo consigo un alivio inimaginable, ese día me liberé de algo que me apretaba el pecho desde hacía tres años y me dificultaba la tarea de respirar con normalidad. Cargar con el peso de los secretos había ido consumiéndome poco a poco sin darme cuenta y reconocía que era mi culpa, que yo era quien se destruía a sí mismo por no hallar la manera de decírselo.

Me había pedido tantas veces la verdad y por temor a su reacción jamás pensé en confesarle nada. Creería que me tildaría de cobarde o de sobreprotector. Por ello intenté volver a enamorarla antes que usar cualquier pretexto para volver con Julietha. Prefería ganarme su confianza, porque siempre era mejor creer que la perdí a que en realidad nunca la hubiera tenido.

En la oficina había el ajetreo normal y aplacé los proyectos más fuertes. En un par de mes, entre conversaciones con Derek, los ingenieros y Jhonatan se pronosticaba que para octubre la constructora estaría lista para entrar en funcionamiento. Los contratos ya estarían firmados y dirigía todo ello. Solo el comienzo de mi propio imperio. Asentí preparando la segunda parte de mi plan, y el más difícil, desligarme de mi padre sin sufrir represalias.

Tener a los medios contentos y con noticias que publicar era el siguiente paso, la revista más mediática de todo Estados Unidos estaba de mi lado, Vex Parker trabajaría conmigo así que Platinium rara vez volvería a colocar el nombre de la constructora Ruiz dejando con todos los reflectores a Imperium. Que me sucediera algo o a la empresa no sería novedad pero si muy sospechoso, y un Ruiz como él odiaba dejar sus huellas en algo tan corrupto.

Evitaba hablar de ello en la oficina, Idoia me informaba acerca de lo que mi padre le pedía que revisara en mis correos o agendas, jugaba a dos bandos porque se lo solicité, enviaba solo lo que yo autorizaba y mi padre se enteraba de solo ello, frecuentaba mediante videollamadas conmigo, le informaba acerca de las novedades y la baja de demandas de proyectos por la que la constructora estaba atravesando.

Estaba contento conmigo de cierta forma, le había evitado el caos en los periódicos por parte de los Lessmes al anular mi compromiso y darle sus empresas, además de cada negocio en el que Salvador Lessmes hubiera invertido, fue piadoso dejándoles sus propiedades y supe que vendieron algunas para poder subsistir cuando quedaron en números rojos y con un capital de esas ventas lo apostaron todo abriendo un casino, los vicios nunca pasaban de moda así que no fue un salto al vacío.