♡ VIVIR O MORIR ♡ 《Benjamila》 ☆ ☆

Capítulo 61

Nuevo capítulo. 

Se ha creado bastante controversia con el ultimo capítulo... Siento que algunxs de vosotrxs no os haya gustado, la verdad que el EXTRA no estaba dentro de mis planes y lo hice en un tiempo récord teniendo en cuenta que tengo muy poco tiempo por mi trabajo... Pero quiero aclarar que el Extra no es el último encuentro de Benja y Cami ni mucho menos, aun queda algunos capítulos más y estáis dando cosas por hecho que yo no he dicho...🤣 Me gusta que estén tan desorientadxs jajajaja

Este capítulo es muy diferente. Mucho... No me maltraten cuando terminen de leerlo, pero era necesario hacer este capítulo. 

Aunque me duela decirlo, no queda nada... También en ese tema se ha creado algo de polémica porque aún hay muchos frentes abiertos... Tranquilidad! Yo no doy puntada sin hilo. Todo está pensado y os aseguro que estamos al final de la historia por muchos frentes abiertos que haya. Queda un capítulo más y el capítulo final. Sobre el capítulo final... Programaré una fecha exacta con hora exacta de publicación. ¿Por qué? Porque os he preparado un regalo para todxs, por tanto apoyo recibido, y quiero que esté programado para que se pueda "en la medida que se pueda" disfrutarlo a la vez. Espero que os guste. 

Un besazo enorme y nos leemos pronto. 

Cuidaros. 

🖤🖤🖤🖤

CAPITULO 61

La hiedra, sin control, se extendía por la fachada de aquella casa ahora sin vida. Las ventanas con cristales rotos hacía mucho que perdieron ese blanco inmaculado y luz casi celestial que había adquirido años atrás. La puerta de madera de la entrada, ahora quebradiza y mohosa, crujió en cuanto el hombre empujó para poder entrar en su interior.

Con pasos tambaleantes llegó hasta el recibidor y dejó caer su maletín. Recorrió con la mirada toda la estancia de aquella casa ahora abandonada. Los muebles se inundaban del polvo blanco del tiempo y el olor a humedad y abandono se hacía cada vez más latente.

Arrastró sus pies hasta llegar al grifo del friegaplatos. Tomó un vaso, opaco a causa de la cal, y lo posicionó bajo el grifo; sin embargo, el ruido de la cañería le avisó que no disponía de agua en aquella casa. Miró a su alrededor tan deshabitado, desolado.

La tarima deteriorada crujía conforme avanzaban sus pasos, los desconchones de las paredes inundaban casi la casa entera y aún continuaban los restos carbonizados en aquella chimenea que recordaba a noches de secretos oscuros. Al lado de ella, un colchón sucio y maloliente llamó su atención. Se dejó caer en él levantando una polvareda que pareció no molestarle. Buscó en el bolsillo de su chaqueta la petaca que tenía guardada y dio un trago de ella. El alcohol recorrió su garganta como una llamarada de fuego, pero parecía no hacer ningún efecto sobre él.

Había permanecido bajo la sombra desde que se desató todo. Sus abogados le informaban de la evolución del caso y en contadas ocasiones tuvo que comparecer ante el juez. Su empresa quebraba, al igual que su familia. No había fondos y no podía robar más de lo que necesitaba. Lo buscaban. Debía demasiado y debía a gente muy grosa. Lo amenazaron a él y a su familia. No le molestaba aquellas amenazas. Su familia no era su familia, siempre había sido una fachada. Una fachada para los negocios, tan solo eso. Lo que no imaginó es que aquella fachada que concienzudamente formó y entrenó se revelara. Que su mujer, tan sumisa, se revelara contra él y todo ello por culpa de aquella estúpida chica sin familia defensora del feminismo. Odiaba a ese tipo de personas y le hervía la sangre que su mujer continuara sus pasos.

Hace poco, supo que su mujer comenzó a dudar sobre la paternidad de las dos mocosas que tenía por hijas. Allegra y Mia... Siempre habían sido una carga, una molestia... Hizo mal cuando obvió la oportunidad de prescindir de ellas.