Capítulo 36 {1º Parte}

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Primera Parte


En cuanto salí de prisión, la primera idea fue regresar con Luisana.

Por suerte, estaba un poco más tranquila. La ayuda de Carmen había sido fundamental. Por ahora, solo sabíamos que debíamos esperar y que las niñas se encontraban bien junto a Mariano, aunque eso no me dejaba muy tranquila.

Decidí pasar la noche con Luisana. No la quería dejar sola ni un solo minuto. Por eso, llamé a Micaela y le pedí encarecidamente que me sustituyera en la clínica. Sabía que mañana no le tocaba sesión con Benjamín y mi amiga me podría cubrir perfectamente. Luisana estaba pasando un mal momento y necesitaba alguien a su lado para apoyarla, nunca la dejaría sola.

La noche fue bastante larga. Muy desvelada. Luisana no podía pegar ojo, solo pensaba en sus pequeñas, y lloraba desconsoladamente. Apenas tenía lágrimas, pero su dolor era tan intenso que era le imposible evitar expresarlo. Yo le hice el aguante y tampoco dormí mucho, yo también pensaba en esas dos rubias que tantos quebraderos de cabeza me dieron en mi pequeño departamento. Sin lugar a dudas, las tres se había convertido en una parte fundamental en mi vida y me dolía el alma por todo lo que estaban pasando.


Fuimos testigos del amanecer del lunes que recién comenzaba. Me vestí y dejé a Luisana por un momento sola en la habitación para preparar té de tilo. Ambas lo necesitábamos. Puse el agua en el fuego para que hirviera cuando el timbre de la puerta sonó. Miré extrañada el reloj de la cocina, eran las ocho de la mañana. Demasiado temprano.

Me dirigí a la puerta de entrada. Escuché unos pasos atrás y miré. Luisana se escondía tras la puerta de la habitación asustada. Le pedí que se calmase.

De nuevo, el timbre sonó. Quien sea que fuera era demasiado insistente. Abrí la puerta con lentitud y asomé la cabeza para evitar que Luisana se cerciorase de quién era.

- Felipe – susurré. Mire hacia atrás y Luisana se removía inquieta ante mi falta de actitud. - ¿Qué haces acá? Te va a descubrir

- Es a lo que vengo – me contestó decidido.

- ¿Qué?

- Voy a contarle todo Camila.

- Noooo... Te va a matar y me va a matar – susurré casi histérica – Sabes que no es el mejor momento para encarar las cosas.

- Necesito contarle, sino esto no va a ir bien – sonó casi como una súplica – Cami, no estoy dando el cien por ciento de mí en este caso porque la culpa por mentirle me reconcome.

- Yo creo que no se trata de eso precisamente – le dije. Salí al exterior, sin cerrar del todo la puerta. – Vos estás enamorado de ella ¿verdad?

Felipe palideció.

- ¿Qué? ¿Qué dices?

- Lo que escuchas. – me crucé de brazos. – Es demasiado evidente.

- Camila por favor.

- Y parece que desde hace mucho.

- Camila déjame entrar – juntó sus manos a modo de súplica.

Resoplé.

Para como estaban las cosas, peor no podía ir

De perdidos, al río.

Abrí la puerta y lo dejé pasar por delante de mí. Luisana salió del escondite muy sorprendida de la presencia del amigo de su hermano. Yo los miré desde atrás.

♡ VIVIR O MORIR ♡ 《Benjamila》   ☆ ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora