Capítulo 48 {4º Parte}

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¡Hola mis lectores!

Os dejo la ultima parte de este capítulo. Es un poquito más cortito porque no quería alargarlo innecesariamente ya que no tendría coherencia con lo que se sucede en el siguiente capítulo.

Esta semana estoy publicando un poquitín más porque estoy más "libre" de trabajo y voy a intentar dejar otro capítulo más antes que termine la semana, aprovechando que estoy inspirada con esta historia y la semana que viene se me presenta bastante movida.

Sin más, espero que os guste y muchísimas gracias por todos los comentarios (ahora aprovecharé para contestar los comentarios de la última publicación ahora que tengo una mijilla de tiempo)

Un besazo y cuidaros por favor!! (aquí en España estamos bastante mal con la COVID)


Cuarta Parte

Los pasillos solitarios de la enorme casa de Benjamín se iluminaban con cada rayo que precipitaba en aquella noche de tormenta.

Nunca me habían gustado las tormentas. No es que les tuviera miedo solo que las noches con tormentas me recordaban a aquella noche en la que mi tía Laura fue asesinada por su marido. Aquella noche que mi hermano y yo nos quedamos solos en este mundo injusto. Aquella noche en la que una Camila adolescente tuvo que convertirse en una chica madura y tomar las riendas no solo de su propia vida sino también de la de su hermano pequeño.

Nunca me gustarían las tormentas. Como cada noche de tormenta me quedaba en vela sentada en la cama esperando a que todo volviera a la calma y esta noche no iba a ser menos.

¿Quién me diría que después de tanto tiempo de nuevo me encontrase durmiendo en estas cuatro paredes? En mi antigua habitación. Todo estaba tal y como lo dejé, incluso encontré una vieja camiseta que por olvido me habría dejado allá. Me sirvió para pasar la noche allá.

No podía dormir y estaba cansada de dar vueltas en la cama, así que decidí ir a la cocina. Un vaso de leche no me vendría nada mal.

Recorrí los pasillos de la casa y con sigilo bajé las escaleras para dirigirme a la cocina. Una luz cálida provenía de su interior. No era la única que estaba despierta en esa casa al parecer.

En el mostrador, Octavio daba un sorbo a su taza.

- ¿Todo bien? – preguntó al verme.

- No puedo dormir, odio las tormentas – dije acercándome a él.

- ¿Quieres? – me ofreció leche caliente.

- Sí, por favor

El hombre se dirigió al mueble y tomó una taza, casualmente la que siempre escogía para tomar café cuando aún vivía allá. Sonreí por su gesto.

- No he permitido que nadie tocara esta taza – me dijo ofreciéndola – Dentro mío, sabía que nos volveríamos a ver en esta cocina.

- No te equivocaste – sonreí. Le di un sorbo a la taza humeante.

- A mí tampoco me gustan las tormentas. – coincidió. – Además, estoy preocupado por Benjamín así que tengo doble motivo para no poder descansar.

El hombre agachó la cabeza posando su mirada en su taza. Lo cierto es que habían creado una muy buena relación. En mi opinión, no se trataba de una relación amistosa. Era mucho más personal. Creo que Octavio encontró en Benjamín a la familia que tanto añora y poco habla y Benjamín encontró en él a una figura muy similar al padre que perdió. Era bonito el haber sido testigo de la metamorfosis que habían experimentado.

♡ VIVIR O MORIR ♡ 《Benjamila》   ☆ ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora