Capítulo 21 {2º Parte}

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Capítulo 21

Parte 2

Después del almuerzo con Felipe y Carmen, quise volver a casa a descansar. El día había sido bastante largo y mis ánimos estaban bajo mínimos.

Sin embargo, no tenía fuerzas suficientes de volver a casa y encontrarme con la hermana de todos mis males. Luisana no tenía culpa del hermano que tenía, pero su imagen era suficiente para poder atormentarme de todo lo que me había pasado esa mañana. Así que descarté la idea de volver a casa.

Llamé a Micaela, pero había tenido el turno de mañana e iba a pasar la tarde con Coco. Pretendía postergar la quedada de su chico para que yo fuera a su casa, pero negué su oferta. Sabía que se quedó preocupada pues el tono de mi voz no era habitual. Le prometí que le contaría en otro momento todo lo que me ocurría.

El único lugar que podría ir, que no fuera a mi casa, era al Centro de Rehabilitación. Aún no me tocaba laburar, pero era el único sitio donde ir.

Arranqué mi auto y me dirigí dirección al centro de rehabilitación. Al cabo de unos cuarenta minutos, llegué y estacioné en mi plaza de estacionamiento.

Entré en la recepción y Jazmín miró extrañada mi presencia.

- ¿Vos miraste bien reloj? – enarcó las cejas.

Yo sonreí con pocas ganas.

- Uh, a ti te pasó algo – adivinó Jazmín. – Dame cinco minutos y nos tomamos un café. – me pidió.

Yo asentí sin ánimo y la esperé a un extremo de la recepción.

Como prometió, a los cinco minutos, Jazmín abandonaba su puesto de trabajo para iniciar su media hora de descanso. Nos dirigimos a la sala de personal. Jazmín preparaba los cafés mientras que yo permanecía sentada en el sillón.

- ¿Vas a contarme qué es lo que te pasa? – preguntó Jazmín ofreciéndome una taza de café

- Mejor dirás qué es lo que no me pasa – le dije. Necesitaba desahogarme con alguien para deshacer ese nudo molesto que se había instalado en la boca de mi estómago. – Mi vida está patas arriba Jaz.

- No te entiendo Cami

- Estoy perdida y no sé encontrar mi hueco en este mundo tan... complicado. – suspiré. – Soy insegura y desconfiada y eso me juega malas pasadas. Además, estoy muy sensible ante lo que me ocurre y actúo por impulsos... Esa era la Camila adolescente, no la actual. La Camila de hoy es responsable y...

- Tampoco lo veo tan mal, Camila. – se encogió de hombros. – A veces te falta un hervor cariño.

- Jaz – me quejé. – Yo soy bastante profesional en mi trabajo y no sé qué me está pasando que...

- Cami, de verdad, quiero entenderte, pero deambulas y no me entero de nada. – se sinceró mi amiga. – Al grano nena.

- Es Benjamín

- ¿Te lo tiraste? – preguntó sorprendida, pero a la par emocionada.

- ¡No! -exclamé escandalizada- Por favor, Jaz

- Pues a lo mejor es ese el problema... Que aún no te lo has tirado...

Yo moví la cabeza desechando cualquier imagen que quisiera usurpar en mi mente relacionada con ese tema.

- No es eso. Tuve un enfrentamiento con Benjamín aquí en la clínica. – ella asintió conocedora de lo que pasó esa mañana donde la clínica pasó a ser un plató de televisión con tanta cámara y periodista junto. – Yo no soy así Jazmín, pero me sacó de quicio. No tenía por qué jugar con el trabajo de todos nosotros. Pretendía denunciarnos y cerrar la clínica... Era todo muy injusto. – dejé la taza de café en una mesa cercana. De nuevo, la ansiedad se apoderaba de mí. Ese nudo que sentía incrementaba su tamaño. Parecía ahogarme– Y después de eso me ofreció hacer la rehabilitación en su domicilio. – ella se sorprendió. – Al comienzo, negué la oferta, pero después pensé que podía darle un escarmiento y al final el escarmiento me lo he llevado yo.

- ¿Qué te hizo ese tipo? – preguntó Jazmín con un atisbo de enojo

- Nada, supongo – dudé. – Fui a su casa esta mañana con todas las de ganar. Me comporté como una chiquilina, pero le hice el día imposible. – sonreí con esfuerzo. – Pero todo se truncó y fue por mi culpa. Me debilité ante él y...

- Camila... Cualquiera se debilita ante ese hombre. – dijo bobalicona.

- Se acercó a mí y... Sus ojos penetraban todo mi ser. Su mirada enfermiza me asustó y... – mi voz se quebró. Jazmín me acercó a ella y me acurrucó en su pecho. – Yo lo pasé muy mal en mi pasado. – sollocé. – Mi vida no ha sido nada fácil. He tenido pocas relaciones y la última fue muy complicada. Ví en Benjamín algo que ya viví y no quiero tropezarme de nuevo.

- ¿Te lastimó? – me preguntó con delicadeza.

- Nada que ver – negué separándome de ella. – En cuanto vio mi reacción, se disculpó.

- Cami, - hizo una pausa. Creo que sopesaba lo que estaba a punto de decir - ¿te pasan cosas con él?

Esa era la pregunta. La pregunta que yo no me animaba a hacer. La pregunta que no me atrevía a contestar.

- No lo sé – dudé. – Siento que me necesita... Una parte de mí piensa que es diferente a lo que se muestra, que es pura careta, y eso me produce un impulso por ayudarlo. – suspiré

Jazmín sopesó mis palabras en silencio.

- Déjate llevar – soltó Jazmín. – Por ahí, es lo que necesitas

- Ni loca Jaz... - negué con energía. – Solo me da lástima y...

Jazmín enarcó las cejas. Yo rodé los ojos y suspiré.

- Camila sos una mujer fuerte, luchadora... con un corazón enorme. La vida no te ha tratado nada bien, ¿por qué no dejas a un lado tus miedos? Limítate a vivir el momento.

Mi rostro enmudeció ante tanta sinceridad. Su ternura y su delicadeza al elegir las palabras adecuadas me hizo recordar a mi madre. No tuve muchas conversaciones íntimas con ella, pues la vida se encargó de arrebatármela cuando yo era una adolescente. La echaba de menos. Echaba de menos el calor de una madre. El calor de una familia.

- No sé qué hacer...

- Ya te lo he dicho. – insistió – No ser una amargada de la vida y dejarte llevar de una santa vez.

- Hoy me dejé llevar y mira cómo acabé – resoplé. – Lo peor de todo es que me avergüenzo enormemente de mi actitud. ¿Cómo lo encaro mañana?

Jazmín se frotó el rostro con sus manos y se posicionó frente mío.

- Mañana será otro día. ¿Crees que él no estará pensando en todo lo pasó hoy?- Jazmín apoyó sus manos en mis hombros.- Hazme caso Cami.




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Hola a todo el mundooooo

Ya está aquí el nuevo capítulo. Camila... ¿Piensan que se dejará llevar o sus miedos la harán retroceder? A ver que pasa... 

Muchas gracias por cada comentario, voto y visualización. Intento plasmar y hacerla lo mejor que me es imposible y el apoyo que recibo me ayuda un montón. Ya saben que para mí es una historia muy especial y la verdad que disfruto mucho escribiéndola. 

Un besazo enorme y cuidaros mucho. 

MUACK

Nos leemos el lunes. 

❤❤❤❤

♡ VIVIR O MORIR ♡ 《Benjamila》   ☆ ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora