Capítulo 29 {2º Parte}

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Cap. 29


Segunda Parte

Micaela dio por finalizada la sesión de rehabilitación de ese día. Según ella, mis avances eran extraordinarios y si continuaba así podría olvidarme para siempre del bastón.

- Y mira que ni Camila ni yo dábamos ni un solo peso por vos. – rió

- ¿Enserio? – reí. - ¿Y eso por qué?

- A ver Benja... ¿Puedo llamarte Benja? – me pidió permiso sonriente. Yo afirmé. – Es cierto que al comienzo eras como un grano en el culo. Don señorito caprichoso...

Reía sin parar ante la naturalidad de Micaela. No tenía pelos en la lengua.

- Pero después, a pesar del carácter de mierda, te has hecho querer... - se confesó y yo alcé las cejas asombrado. – A ver, entiéndelo en el buen sentido de la palabra. Yo estoy muy feliz con mi Coquis.

- Se os vió en aquel congreso... - admití lo evidente.

Ella sonrió embobada. Un brillito especial surgió en sus ojos.

- Si, es el hombre de mi vida. - admitió cerrando su mochila. - Me voy a ir a vivir con él...

No me sorprendió. Sin duda, Coco había acertado con la chica si tomaba aquella decisión. Aunque eran tal para cual, no me extrañaba mucho.

- Uhhh haces mal. – le avisé. – No sabes cómo es Coco. Desordenado como el que más. - Micaela reía. - Él dice que su desorden tiene un orden, pero eso es una mera excusa para negar lo evidente. – le confesé. – ¡Mano dura con él! – bromeé.

Ella se tocaba el vientre debido a la risa. Sus ojos humedecidos le nublaban la vista.

- Fueron buenos amigos ¿no? – quiso adivinar cuando se relajó.

- Sí que lo fuimos... De los mejores – le respondí con añoranza.

Micaela me observaba detenidamente.

- Esto...- agachó la cabeza-  Benja... - me nombró nerviosa tocando las asas de su mochila. - Este fin de semana hacemos una fiesta de inauguración por la casa no nueva - me explicó y yo fruncí el ceño sin entender. – Es la manera especial de Coco de presentarme en sociedad. – me aclaró. – Vente. - me invitó. - Felipe también irá.

- No creo que sea buena idea...

- Si es por Coco... - suspiró. - Daros una oportunidad- me rogó. - Coco quiere arreglar lo que sea que pasó entre ustedes. – me dijo. – Te echa mucho de menos y se martiriza por no poder ayudarte en estos momentos tan complicados.

Sopesé sus palabras. 

Es cierto que yo también lo echaba de menos, pero se me hacía muy difícil encararme. Sé que me perdí parte de la historia y debía darle la oportunidad a que se explicara, pero el simple hecho de conocer que esta pelea también fue otro error más... Otro error mío de prejuzgar sin dar oportunidad a los demás... La psicóloga dice que hay que enfrentar los errores, tomarlos como aprendizaje y no como un martirio. Lo quería intentar, pero muy adentro mío pensaba que no iba a ser capaz.

- Por favor – Micaela junto sus manos a modo de súplica.

- Y Camila...- desvié el tema. Debía sopesar el tema de Coco, pero Camila era su mejor amiga y sabía perfectamente que ella asistiría. Era otro problema. - ¿Ella irá?

- Cierto... - cayó en ella llevándose una mano a la cabeza. – Tienes muchos frentes abiertos Benja – admitió la morena con sorna. – Pero Cami es el frente más especial al que te puedes enfrentar.

Yo permanecí callado. Quería que su amiga me contase más porque Camila era un libro por descubrir.

- Camila es difícil de entender si no conoces su historia. – confesó. – No soy quien, para contarte de su vida privada, pero te puedo decir que las palabras pérdida y soledad han sido las protagonistas en su vida – me explicó ella. – Quien conseguimos un rinconcito en su corazón, somos unos privilegiados. Es una mujer fuerte y servicial pero también insegura y con muchísimos miedos. Sobre todo, miedo a perder una vez más a alguien especial.

- Ella está muy dolida conmigo – me sinceré.

- Ya. – sonrió triste. – Tenía miedo de perderte. Perder a otra persona que quería.

Asentí con mi cabeza sopesando sus palabras. 

Después de que Micaela se fuese de casa, la conversación que habíamos tenido no lograba desaparecer de mi mente.

Pensaba quedarme quieto. No molestar a Camila y que fuese ella quien, si quería, acortara las distancias conmigo. Pero entendí, con la conversación con Micaela, que no debía ser así. Que debía de demostrarle que no me había perdido. Que estaba ahí para ella y que ella no era la culpable de nada de lo que me había pasado.

- Octavio – entré en la cocina. – Llévame a la clínica. – dije por impulso

En unos veinte minutos, llegamos a la clínica. Yo portaba un ramo de rosas rojas y me dirigí con ayuda de mi bastón a la recepción de la clínica. Sin embargo, Martina se cruzó en mi camino.

- Benjamín, ¿qué haces aquí? – me saludó emocionada.

Desde que Martina comenzó a guiar mi rehabilitación, junto a Micaela, habíamos avanzado en nuestra relación. Habíamos hablado mucho de nuestras vidas, más ella que yo realmente, y había descubierto a una chica muy luchadora debido a la enfermedad de sus padres. 

- Pasaba por aquí para... - intenté responderle pero ella tomó el ramo de flores.

- Son hermosas estas flores – se anticipó la morena. - ¿Una fan te lo ha regalado? – me guiñó el ojo.

Yo miré el ramo de flores y reí ante la ocurrencia de la chica. Ella hizo una mueca al no entender nada de mi actitud.

- Es para Camila. – dije emocionado.  - ¿Ha terminado ya?

Martina desdibujó su sonrisa del rostro y se rascó la nuca insegura.

- ¡Qué lástima! Recién salió – chasqueó la lengua.

- Vaya, que mala suerte – exclamé. - ¿Sabes dónde fue o su dirección de casa?

- No, que va. - alzó las manos. - Ya sabes que ella y yo somos compañeritas de trabajo. Nada más que eso – se encogió de hombros. – Pero, si quieres le dejo en su consulta el ramo para cuando vuelva ¿Te parece?

- No es mala idea. – me ilusioné. 

De mi bolsillo, saqué una pequeña libreta. Arranqué una de sus hojas y escribí una dedicatoria apoyándome en la pared. Puse mi nombre en el reverso y se lo dí a Martina. 

– Dale esto de mi parte también. Muchas gracias – le agradecí dándole un abrazo.

Octavio y yo nos dirigimos al auto. Esperaba que viera la nota en cuanto llegase.

- ¿Qué le has escrito? – curioseó Octavio mientras íbamos de camino al auto

- Le he pedido una cita 



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Lo prometido es deuda chicxs. 

Como me voy de viaje mañana a la tarde, quería dejaros el capitulo hoy por si no me daba tiempo mañana. Espero que os haya gustado... Se viene, se vienen cositas 😍

Gracias por el apoyo, nunca dejaré de agradeceros. 

Un besazo enorme. 

❤❤❤❤❤

♡ VIVIR O MORIR ♡ 《Benjamila》   ☆ ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora