Segunda parte
- Debería de haber cambiado las clases de baile. Me va a explotar la cabeza.
Micaela se sujetaba la cabeza como si eso ayudase a calmar la gran resaca que soportaba tras la noche de ayer. Nos fuimos a un boliche no muy lejos de donde vivían el futuro matrimonio.
No pensé que la iba a pasar tan bien y más cuando Felipe desapareció de manera sospechosa y sin previo aviso, pero Coco y Micaela era dos seres tan especiales que me hicieron sentir muy bien.
Ahora tocaba una jornada de preparativos de lo más entretenida, a pesar de haber trasnochado hasta altas horas de la madrugada. Micaela pudo desviar algunos de los planes a la "primera dama de honor" – Luisana, la cual aceptó sin dudarlo. Eso nos ofreció el poder disfrutar un par de horas más con la almohada y almorzar sin prisas.
- ¿Es necesario las clases? – pregunté sin mucho ánimo.
- Habló la Beyoncé de Argentina – hizo una mueca a disgusto. – No puedo permitir que ni mi futuro marido y ni mi primera dama de honor baile como el culo.
- He mejorado – intenté defenderme.
- Eso no te lo voy a negar – admitió mi amiga. – Ayer me sorprendiste cuando enlazaste tres pasos de manera consecutiva sin caerte.
- Te lo dije – asentí orgullosa. – No me hace falta estas clases.
- Ya lo veremos – susurró
Nos encaminamos hacia el lugar de encuentro con Coco que era justamente en la entrada al salón de baile donde Micaela había reservado clases privadas para todo aquel que a su juicio necesitaba de manera urgente lecciones de aquella disciplina tan importante para una boda.
En la puerta de entrada dos personas esperaban. Ambas hablaban cómodamente y bastante sonrientes. Conforme nos acercamos, Micaela y yo nos dimos cuenta de quién se trataban: Felipe y Luisana. Ambas nos miramos cómplices y sonreímos ante aquella sorpresa.
- Hola mis amores, ¿dispuestos a mover esos cuerpos de infarto? – saludó Micaela a la pareja.
- Siempre y cuando me concedas un baile – dijo socarrón Felipe.
- ¿En serio Felipe? Te dejo solo y ya te quieres levantar a mi futura mujer. – apareció Coco y no solo.
Justamente a su lado permanecía Benjamín de la mano de Martina. ¿Por qué no me llegaba a sorprender esa imagen? Benjamín resultaba ser más predecible de lo que imaginaba. Aquella imagen me producía un asco abismal. Miré de reojo a Micaela y ésta huyó de aquel contacto visual. Parecía que se le había "olvidado" comentar ese pequeño detalle.
- Camila, ¡qué alegría verte!
La falsedad de Martina bullía por cada uno de los poros de su piel. Sonreí de manera amarga.
- Hola Martina.
- ¡Estás guapísima! ¿Qué te has hecho en el pelo? Te queda increíble.
Asentí con poco entusiasmo.
- ¿Y qué tal por las tierras neoyorquinas? – se interesó Martina. Su excesivo interés me hacía poner los nervios de punta.
- Bien todo bien – me limité a decir.
Todos los presentes miraban aquella escena como pasmarotes, excepto Benjamín. El muy cobarde solo se limitaba a observar la punta de sus zapatos. "Estúpido".
- Y... ¿algún chico ya cayó en las redes de Camila? – sonrió pícara a la vez que me asombraba aquella intromisión hacia mi intimidad.
- ¿Por qué no entramos ya? – interrumpió Benjamín sin apartar la vista de Martina. Alcé las cejas aún más sorprendida. ¿El señor Rojas parecía molesto?
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♡ VIVIR O MORIR ♡ 《Benjamila》 ☆ ☆
FanfictionUn cantante del pop-rock Una enfermera Una familia rota Una investigación Miedos Maltrato Adicciones Egoísmo Amor Muerte. ¿Crees en las segundas oportunidades? Vivir o Morir es un Fan Fiction inspirado en los actores de la serie de Rebelde Way: Ben...