Capítulo 48. {2º Parte}

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Segunda parte

- Debería de haber cambiado las clases de baile. Me va a explotar la cabeza.

Micaela se sujetaba la cabeza como si eso ayudase a calmar la gran resaca que soportaba tras la noche de ayer. Nos fuimos a un boliche no muy lejos de donde vivían el futuro matrimonio.

No pensé que la iba a pasar tan bien y más cuando Felipe desapareció de manera sospechosa y sin previo aviso, pero Coco y Micaela era dos seres tan especiales que me hicieron sentir muy bien.

Ahora tocaba una jornada de preparativos de lo más entretenida, a pesar de haber trasnochado hasta altas horas de la madrugada. Micaela pudo desviar algunos de los planes a la "primera dama de honor" – Luisana, la cual aceptó sin dudarlo. Eso nos ofreció el poder disfrutar un par de horas más con la almohada y almorzar sin prisas.

- ¿Es necesario las clases? – pregunté sin mucho ánimo.

- Habló la Beyoncé de Argentina – hizo una mueca a disgusto. – No puedo permitir que ni mi futuro marido y ni mi primera dama de honor baile como el culo.

- He mejorado – intenté defenderme.

- Eso no te lo voy a negar – admitió mi amiga. – Ayer me sorprendiste cuando enlazaste tres pasos de manera consecutiva sin caerte.

- Te lo dije – asentí orgullosa. – No me hace falta estas clases.

- Ya lo veremos – susurró

Nos encaminamos hacia el lugar de encuentro con Coco que era justamente en la entrada al salón de baile donde Micaela había reservado clases privadas para todo aquel que a su juicio necesitaba de manera urgente lecciones de aquella disciplina tan importante para una boda.

En la puerta de entrada dos personas esperaban. Ambas hablaban cómodamente y bastante sonrientes. Conforme nos acercamos, Micaela y yo nos dimos cuenta de quién se trataban: Felipe y Luisana. Ambas nos miramos cómplices y sonreímos ante aquella sorpresa.

- Hola mis amores, ¿dispuestos a mover esos cuerpos de infarto? – saludó Micaela a la pareja.

- Siempre y cuando me concedas un baile – dijo socarrón Felipe.

- ¿En serio Felipe? Te dejo solo y ya te quieres levantar a mi futura mujer. – apareció Coco y no solo.

Justamente a su lado permanecía Benjamín de la mano de Martina. ¿Por qué no me llegaba a sorprender esa imagen? Benjamín resultaba ser más predecible de lo que imaginaba. Aquella imagen me producía un asco abismal. Miré de reojo a Micaela y ésta huyó de aquel contacto visual. Parecía que se le había "olvidado" comentar ese pequeño detalle.

- Camila, ¡qué alegría verte!

La falsedad de Martina bullía por cada uno de los poros de su piel. Sonreí de manera amarga.

- Hola Martina.

- ¡Estás guapísima! ¿Qué te has hecho en el pelo? Te queda increíble.

Asentí con poco entusiasmo.

- ¿Y qué tal por las tierras neoyorquinas? – se interesó Martina. Su excesivo interés me hacía poner los nervios de punta.

- Bien todo bien – me limité a decir.

Todos los presentes miraban aquella escena como pasmarotes, excepto Benjamín. El muy cobarde solo se limitaba a observar la punta de sus zapatos. "Estúpido".

- Y... ¿algún chico ya cayó en las redes de Camila? – sonrió pícara a la vez que me asombraba aquella intromisión hacia mi intimidad.

- ¿Por qué no entramos ya? – interrumpió Benjamín sin apartar la vista de Martina. Alcé las cejas aún más sorprendida. ¿El señor Rojas parecía molesto?

♡ VIVIR O MORIR ♡ 《Benjamila》   ☆ ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora