Capítulo 18

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Capítulo 18

- Tu hermano es un egoísta... Una abominación humana... Es puro dinero y fama. Un sin sentido. Un amargado... Un psicópata - escupí sin parar frente a Luisana que reía al verme caminar de un lado a otro. - Me importa una mierda que me denuncie a mí, pero ¿al centro? Nos pueden clausurar...- reí sarcástica- Tu hermano tiene mala leche para eso y mucho más. - gruñí - Hay muchos compañeros que llegan a final de mes gracias a su trabajo en el centro como celador y que, por culpa de gente como tu hermano, se van a ir a la calle. Es que lo cogería y lo mataría con mis propias manos - agarré un cojín del sofá de mi casa y comencé soltar toda mi rabia contra el objeto.

- No te quito razón querida - sonrió Luisana. - ¿Me puedes decir que le dijiste de su actitud? - preguntó divertida

- Que era un infantil y un caprichoso. Y porque me contuve que tenía una lista muy larga de adjetivos para él... - alcé los brazos - Me podría haber quedado toda la mañana diciéndole más de cuatro cosas - dí un puñetazo al cojín.

- ¿Y lo último? - me pidió asombrada y a la par que divertida ante mi actitud.

- ¿Lo último? - repetí y ella asintió. - Pues que no todo en la vida se trataba de hundir a las personas y que ya era hora que asumiera sus errores. Bastante mayorcito es... - dije entre dientes y otro impulso de rabia llenó mis venas. De nuevo, la pagué con el cojín. Oí los aplausos de Luisana asintiendo con energía.

- Gracias por darle su merecido al inútil de mi hermano - me abrazó con fuerza a la vez que yo cogía mi cojín asustada de la reacción de la rubia. ¿Esta familia no andaba muy bien de neuronas?, me pregunté. - Mi hermano es un imbécil. Desde que encontró la fama, se ha convertido en una persona fría, cínica y calculadora. No lo reconozco. Mi madre y yo estuvimos muchísimos años sin hablarle, sin saber nada de él solo lo que nos enterábamos por la televisión. Me alegro de que vos le hayas puesto en su sitio. Mayormente, las personas tienen miedo a posibles represalias por su gran influencia, pero vos no te redimiste y le diste su merecido. Sos mi ídola. - aplaudió feliz. - Créeme que, conociendo a Benja, tus palabras no le habrán dejado indiferente. Me lo imagino ahora cómo su cabecita estará taladrándole con tus palabras - rió.

- O está maquinando algo para devolvérmela - supuse. - No creo que tu hermano se quede de brazos cruzados con lo que le dije. Si tenía una leve esperanza que no tomara represalias con el centro, todas se esfumaron después de todo lo que le dije. Si es que soy una bocazas.

Caí derrotada en el sofá. Y es que así era yo. Tal y como entraba en ebullición, me desinflaba como un globo. Un carácter de mierda, a decir verdad. Y eso es lo que me había pasado cuando me enfrenté al cantante de cuarta. Entré en ebullición y solté por mi boca lo inimaginable y, después, me deshice a disculpas con el Doctor Suárez cuando estuvimos a solas. Él le restó importancia, supongo porque era yo y, además, me conocía lo suficiente. Me preocupó verlo tan apenado, pues sentía parte de culpa y responsabilidad en todo lo que había pasado. Y yo me sentía exactamente igual. Suspiré.

El sonido de mi celular me volvió a la realidad y vi como Luisana me apremiaba en atenderlo. En la pantalla aparecía el nombre del Doctor Suárez.

- ¿Hola? - dije dudosa. - Dime que tienes buenas noticias porfis. - le rogué.

- Una buena y otra no tan buena pero que conlleva una buena. - dijo con misterio. Cuando comenzaba a darle vueltas a una cosa sin llegar a decirla, es que tan buena no era.

- Al grano - le pedí.

- Encontramos al chivato

- ¿Quién?

♡ VIVIR O MORIR ♡ 《Benjamila》   ☆ ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora