♡ VIVIR O MORIR ♡ 《Benjamila》 ☆ ☆

Capítulo 53 {1º Parte}

Hola mis lectores!

Les dejo el nuevo capítulo, lo acabo de terminar y lo publico ya porque voy a tener unos días bastante ajetreados y sé que no me va a dar tiempo actualizar. 

Espero que os guste porque va a suponer un cambio de tuerca a todo lo que sabíamos de la historia. Gracias por el apoyo y comentad a ver que os ha parecido. 

Un besazo y cuidaros. 

Primera Parte

Habíamos decidido desayunar fuera de casa. Hoy teníamos vista con el juez y estaba bastante nerviosa. De nuevo, vería a Mariano en la banca contraria de la sala de juzgados y la incertidumbre por lo que podría pasar me carcomía.

- Relajate, todo saldrá bien – quiso tranquilizarme Camila.

- ¿Qué le dijiste a mi hermano para que no viniera? – me preocupé.

Mi hermano sospechaba y me pisaba los talones buscando la respuesta a lo que le ocultaba. Sé que debería ser sincera y aclarar las cosas con él, pero también sé cómo respondería si se lo contase. Obviamente, su respuesta sería evidente porque es un tema lo suficientemente duro, pero no quería añadir otro problema más a todo lo que me rodeaba. Se lo contaría, pero siempre y cuando haya pasado todo.

- Le dije que era puro trámite. Firmar algún papeleo y poco más

Sonreí.

Camila sabía cómo tratar a mi hermano. Era la persona adecuada para él. Tranquila y madura, pero con carácter. Lo que él siempre había necesitado y poder disfrutar de ellos como pareja era lo más bonito y especial que podía ocurrirle a nuestra familia. Porque, por fin, podíamos decir que éramos una familia de verdad.

- Gracias por ayudarme con el ogro de mi hermano. – reí.

- No te preocupes, tu hermano es pura fachada – se encogió de hombros. - ¿Cuándo piensas contárselo? Voy a respetar tu decisión, pero Lu entiende que es complicado para mí ocultarle algo tan importante.

- Lo sé Cami, créeme. Pero no quiero desatar una bomba de relojería, cualquier movimiento en falso sería perjudicial para el caso y Benjamín sería perfectamente ese peligroso movimiento.

Camila suspiró derrotada.

- Suenas como Felipe. – sonrió.

- Es que tengo al mejor abogado de Buenos Aires, ¿Qué más puedo pedir?

Ambas reímos al unísono. Camila bebió un poco de su café y me miró enternecida.

- Hacen una muy buena pareja.

Su comentario me pilló por sorpresa. ¿Por qué decía eso?

Es verdad que nos entendíamos muy bien y que teníamos una complicidad muy especial, pero de ahí a tener una relación amorosa...

- ¡Qué tonterías dices Cami!

- No son tonterías. Es evidente que ambos sienten algo especial el uno por el otro. Se ve a simple vista.

- Somos muy buenos amigos eso es todo.

- No lo creo. – se cruzó de brazos. – Y si es por Benjamín, olvídate. No puede manejar ni la vida de tu mamá ni la tuya a su antojo.

- ¿Por qué lo dices? – rió Luisana.

- Tu hermano y yo tuvimos un enfrentamiento de opiniones sobre la relación de tu mamá con Octavio.

- ¿No te parecen divinos? – pregunté con alegría.

Me encanta la pareja que hacia mi madre con Octavio. Estaba tan feliz que estuvieran conociéndose y compartiendo el tiempo juntos. Octavio era un hombre muy formal, todo un caballero. Trataba a mi madre como una señora, con delicadeza y respeto. Me recordaba mucho a mi papá y eso me alegraba mucho más.