Capítulo 9

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Hola a todxs

Por poco no llego a publicar, hoy he tenido un día bastante malillo. He estado con un fuerte dolor de cabeza que me ha dejado exhausta. Ya ando algo mejor...

Os dejo el capitulo que os prometí. Vamos a conocer un poco más a nuestra Camila... Vais a sorprenderos con su historia. Espero que os guste.

Mil millones de gracias por vuestro apoyo y vuestros comentarios. Me animáis tanto que ni un dolor de cabeza puede frenarme para actualizar un nuevo capitulo.

Ahora sí, no os entretengo más y yo me voy a descansar que falta me hace.

Un besazo enorme y cuidaros.

Capítulo 9

Mi turno había acabado. Caminaba por los pasillos en dirección a la sala de descanso. Cuando llego a la puerta, me paro delante de ella antes de girar el pomo. Desde fuera, podía escuchar a mis compañeras conversar

- ¿Cómo os fue el día? - preguntaba María una de las auxiliares del centro

- Fatal, no sé qué hacer con Don Rafael. Ese hombre va de mal en peor - contestó Cecilia, otra de las fisioterapeutas del centro. - Cree que la rehabilitación le va a devolver la movilidad de un veinteañero.

- Pobre hombre. Demasiado bien está a sus 80 años - intervino Martina otra enfermera

- ¿Pobre? - se enojó. - Además de escuchar sus quejas, ¿tengo que aguantar que me toque el culo?

Todas rieron al unísono.

- ¿Cuándo nos tocará un paciente fuerte y guapo? De esos que se te caigan las bragas nada más verlo. - preguntó María

- Ya le tocó a Camila- contestó Micaela, mi amiga.

- ¡Como no! - divagó sarcástica Martina.

- ¿Algún problema? - se enfrentó Mica.

Suspiré y me apoyé en la puerta derrotada. Micaela es una de mis mejores amigas. Nos conocimos en la facultad y, desde el primer día, nos hicimos inseparables. Juntas terminamos la carrera y juntas comenzamos a trabajar por primera vez acá, en el Centro de Rehabilitación. Mi amiga Micaela era una chica extrovertida y vivaracha, muy popular entre las masas. Todo lo opuesto a mí. Pero me ayudaba a darle un poco de color a mi vida.

- Se llama Benjamín - continuó - Pero no es Benjamín, mi vecino del quinto. No. Es... Benjamín R-o-j-a-s - nombró con lentitud el apellido y todas gritaron al saber quién era.

Escuché los cuchicheos de todas, cosa que me incomodó bastante. No me gustaba que hablasen de mí. Entonces decidí abrir la puerta.

- Hola chicas - saludé después de entrar y dirigiéndome a mi taquilla.

- Bueno mejor que os lo cuente ella - dijo Micaela

- ¿Qué tengo que contar? - pregunté aparentando que no había escuchado la conversación.

- El paciente que te tocó hoy Camila. El chico famoso...- intervino de nuevo Martina

- No es para tanto - repliqué quitándole importancia. Volví hacia mi taquilla para recoger mis cosas.

- ¿Qué no es para tanto? - preguntó Micaela sin creer lo que había dicho- Alto, rubio, ojos azules, cuerpo de infarto, un culo que... - se mordió el labio. - Además de ser famoso, tener plata...

- Si y un quejica. - le paré. Mica, inconscientemente, alimentaba la envidia de las otras. A veces, me sacaba de quicio. - Un quejica de cuidado y mira que hoy se trataba de la primera consulta. No quiero ni imaginar cuando empiece las sesiones... Bueno un poco sí... Le propongo las sesiones a las 10 y media de la mañana y el Señor Quejica le parecía temprano y prefiere a otra hora. - hice una pausa para respirar. - Y un tarado, porque le explico las sesiones que vamos a realizar y me mira con una cara de boludo que no entiendo. Así que, si pensáis que ese es el hombre perfecto de vuestra vida, os lo regalo. - termino de recoger mis cosas de la taquilla y cierro con fuerza. - Me voy. Son las diez de la noche y tengo ganas de llegar a casa y descansar. Buenas noches y hasta mañana.

♡ VIVIR O MORIR ♡ 《Benjamila》   ☆ ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora