Capítulo 29 {3º Parte}

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¡Aquí estoy a una hora de irme! 

Pero en cuanto que he terminado todo y he visto que podía actualizar el siguiente capítulo, no me lo he pensado dos veces. 

¡Este capítulo es larguito! ¡Os tengo muy mimadas/os! 🤣🤣🤣🤣

A ver quien gana si Martina o la parejita... Os dejo que lo descubráis 

Ahora si o sí... Nos leemos el lunes en un nuevo capitulo. 



Tercera Parte

Después de almorzar cerca de la tienda donde trabajaba Luisana, me dirigí de nuevo a mi puesto de trabajo en la clínica. Hoy me tocaba con el señor Fernández. Un hombre bastante entrado en edad que tuvo un pequeño accidente en la huerta de su casa y que le conllevó a una operación de rodilla por la cual a día de hoy recibía rehabilitación.

Me dirigí a la sala de personal donde habitualmente tomábamos café y que además estaban nuestras taquillas para guardar nuestras pertenencias. Cuando aparecí por la sala, mis compañeras apuraban los minutos que les quedaba antes de comenzar su turno. Me senté junto a ellas ya que aún quedaban unos diez minutos para que viniera el señor Fernández. Hablaban de temas profesionales como los ejercicios que utilizaban con algunos de los pacientes o el diagnostico de otros. Intervenía de vez en cuando, sobre todo cuando me pedían consejo para una buena intervención.

- Chicas, mirad lo que me han regalado. – apareció Martina con un ramo de flores.

Todas las demás gritaron de emoción y algunas, incluso, se levantaron para oler el aroma de aquellas rosas rojas.

- ¿A que no saben quién me las dejó? – se hizo de rogar

Yo rodé los ojos. 

Típico de Martina

Me llevé la taza de café a mis labios a la vez que miraba divertida la escena adolescente de mi compañera.

- Benjamín Rojas – chilló

Escupí todo el café que había llevado al interior de mi boca. 

Todas las miradas se tornaron hacia mí.

En ningún momento me hubiera imaginado que Benjamín tuviese ese detalle con Martina. Y no es porque no pudiera, era libre ¿no? Pero... Hacía escasas horas que estuve en su casa y parecía que no quería que me fuera. Que tenía interés por mí. ¿Y ahora esto? No entendía nada.

Aún con los ojos de mis compañeras pegados en mí, limpié con un papel el estropicio que hice con el café. Me levanté de mi asiento y me dispuse a irme, pero Martina me agarró del brazo.

- ¿Te gustan Camila? – inquirió la chica señalando el ramo.

Si es que cuando decía que era mala, creo que me quedaba corta.

Mordí mi lengua para evitar soltar una de mis barbaridades e inspiré hondo.

- Son preciosas – sonreí con dificultad. – Pero cuidado con las espinas. – chasqueé la lengua.

Desaparecí deprisa de allí para no darle la oportunidad de una posible contestación.

Durante la tarde, la imagen de Martina junto al ramo de rosas me taladraba sin parar. Es más, en una ocasión, quedé totalmente ida que hasta el señor Fernández se preocupó y preguntó si todo marchaba bien.

♡ VIVIR O MORIR ♡ 《Benjamila》   ☆ ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora