♡ VIVIR O MORIR ♡ 《Benjamila》 ☆ ☆

Capítulo 15

Hola mis lectores

Aisss estoy realmente emocionada por los comentarios del capítulo anterior. Debo admitir que ha sido el capítulo más difícil de escribir. Es un tema muy delicado pero que, dentro mío, era necesario visibilizar y no estaba segura si lo había plasmado bien, siempre desde el respeto. Cuando terminé de escribir ese capítulo, no pude evitar emocionarme. La verdad que es uno de mis preferidos a pesar de tratar un tema tan duro. 

Muchísimas gracias a cada uno/a de vosotros/as. Fue muy emotivo leer cada una de vuestras opiniones. Nunca me cansaré de agradeceros. 

Continuamos. Continuamos dando visibilidad a todos esos "Valientes" que luchan por su libertad. 

Un besazo enorme y cuidaros mucho. 

Nos leemos el lunes. 

❤❤

Capítulo 15

Podía notar el temblor de esa mujer. Se aferraba a mí como si mi cuerpo fuese su única salida. Mostraba mi lado más fuerte en estas situaciones pues, desgraciadamente, no era la primera mujer que se aferraban a mí de esa manera. Desgraciadamente, eran muchas.

Sin embargo, me resultaba difícil mantener la compostura con esa chica. Tal vez sea la edad tan similar a mí o porque, en cierta manera, me recordaba a mi tía Laura. Viví tan de cerca la violencia de género que, cuando me quedé sola sin mi tía y sin mi hermano, el destino quiso ofrecerme a vivir una experiencia más. A ayudar en "Valientes".

Carmen es la presidenta de la asociación "Valientes" y víctima de violencia de género. Su marido la maltrató muchos años hasta dejarla postrada en una cama de hospital después de una brutal paliza. Su recuperación fue muy dura y tuvo que batallar mucho contra su acosador pues la justicia en estos temas iba demasiado lenta.

Una vez que ganó la batalla, Carmen vio la necesidad de crear una asociación que ayudase a toda víctima de violencia de género. La asociación ofrecía ayuda psicológica, un abogado para los trámites legales y era responsable de devolver a estas personas el sentido de vivir.

Yo me crucé con ella de casualidad en uno de los congresos que impartió el Doctor Suárez en la Facultad de Medicina. La mujer se presentó para agradecerle todo lo que había hecho por ella durante sus meses de ingreso hospitalario, pues el Doctor Suárez había sido su médico durante todo el proceso. Lo llamaba "mi ángel" y yo sonreí ante aquel mote pues parecía que no era la única persona que lo pensaba. Le presentó su proyecto de "Valientes" y el Doctor Suárez no dudó en ningún momento en ayudarla y presentarle a algunos compañeros, facultativos en Psicología, que hoy en día trabajan de forma voluntaria en la asociación. Me fascinó la vitalidad y el amor que desprendía Carmen al hablar de su proyecto. No pude evitar sumarme al barco de valientes y desde ese día ofrezco mi ayuda desinteresada en la asociación.

Carmen me describe como un ser de luz y calma, necesario para muchas personas que buscan ayuda en "Valientes". Ella siempre me dice que conecto muy bien con las personas y, aunque todos los casos suelen ser complicados, hay algunos que necesitan más refuerzo emocional. Por eso, cuando llegó aquella chica rubia a nuestras instalaciones y observó el estado de la mujer, no dudó en contactar conmigo.

Ahí estaba yo. Frente a un corazón roto. Un puzzle desarmado que debíamos reordenar con cuidado, paciencia y, sobre todo, mucho amor.

Una vez que la muchacha se tranquilizó, comencé a hacer las preguntas protocolarias que solíamos realizar los voluntarios de la asociación en esos casos. Al comienzo, era reacia a contestar a aquellas preguntas, pero de a poco cogió un poco más de confianza y se abrió en canal. Había vivido en el mismísimo infierno. Tras la larga lista de preguntas y sus contestaciones, tocó finalizar con aquella última pregunta. La más difícil y que despertaba tanto miedo a la mayoría.