Capítulo 30 {3º Parte}

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Capítulo 30


Tercera parte


- Sos un completo boludo – dije entre dientes.

El estúpido de mi amigo apareció en mi casa cuando Camila y yo "nos dejábamos querer" e interrumpió nuestro momento. Aunque ambos intentamos de guardar las apariencias, nuestros labios hinchados y el sonrojo inevitable de Cami corroboraba lo evidente.

Camila se excusó para ir al baño y yo me quedé a solas con mi amigo con la intención de matarlo de a poco por imbécil.


- ¿Y yo que sabía? – se encogió de hombros.

- Estamos destinados a que siempre nos interrumpan.

- Eso o es que no elegís los sitios apropiados – lo fulminé con la mirada. Mi amigo alzó las manos a modo de disculpa.


Pasé mis manos por el cabello. Noté los ojos de mi amigo clavados en mí.


- ¿Qué pasa? - le miré de mala gana. 

- La doctora... ¿te dio bola? – sonrió.

- ¿Tu qué crees? – le pregunté enojado.

- Te digo una cosa... – me señaló - Con ese humor de perros no sé cómo te registran las chicas. Sobre todo, ella... No está hueca como las demás. No sé cómo lo has hecho – soltó sin tapujos.


De nuevo, lo fulminé con la mirada. Mi amigo me devolvió la sonrisa más socarrona.

Justo cuando Camila atravesaba el ventanal para reencontrarse con nosotros y para evitar que Felipe soltara otra de sus estupideces, lo empujé cayendo al agua de la pileta.


- Hijo de... - intentó decir ya en el agua.

- ¡Felipe! – corrió Camila hasta el filo de piscina. – Pero, ¿Qué haces ahí?

- Tenía ganas de darse un baño – intervine antes de que mi amigo contestara. Se veía muy chistoso de brazos cruzados en medio de la pileta.

- ¿Con la ropa? – alzó una ceja la chica.

- Si, Felipe es así – me burlé - Un tremendo payaso - le sonreí 


Felipe abrió la boca para contestar, pero le hice un gesto desde detrás de Camila para que no lo hiciera sino lo mataba. Juro que lo mataba.


- Bueno chicos ya es hora de irme. – dijo Camila recogiendo su bolso para marcharse. – Gracias por el almuerzo.


Camila se puso de puntillas para darme un beso en la mejilla.

¿Perdón? Me había perdido algo. ¿Por qué se iba?


- ¿Te vas? ¿Por qué? – me acerqué a ella con extrema desesperación. Ella se sorprendió de mi actitud y echó un paso hacia atrás.

- Quedé con tu hermana. – mintió.


Sabía que mentía porque mi hermana había quedado con mi madre para pasar la tarde juntas, a no ser que Camila fuese también íntima amiga de mi madre. Aspecto que no contemplaba ni por asomo. 

♡ VIVIR O MORIR ♡ 《Benjamila》   ☆ ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora