Capítulo 32 {2º Parte}

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Capítulo 32 


Segunda Parte


- Estoy muy segura de las condiciones que te impuse – dije titubeante.


Su aliento golpeaba mi cara. Cerré los ojos en un intento de mantener la compostura. Me había acorralado y por segunda vez mi jueguito volvía a torcerse y escupirme en la cara. ¿Por qué no me salen los planes bien?

Sentí su cuerpo rozar con el mío y eso me ponía muy muy nerviosa.

Esto era un sin sentido. Debía de ponerle fin, pero no sabía cómo.

"Mica helps me, please!"

- ¿Quién es? - me preguntó dando un mordisco en el lóbulo de la oreja. Instintivamente, gemí de placer. 

- ¿Qui... Quién? - pregunté casi sin voz

-  Ese pibe... - dijo pasando la punta de su nariz por mi cuello


¿Se refería a Esteban? Eché mi cabeza hacia atrás hasta dar con el filo de la piscina. Cualquier contacto era pura fantasía. 

Esteban era el sobrino molesto del doctor Suárez, el mismo que evitaba a toda costa y el mismo que estaba usando, sin saber muy bien por qué, para darle su merecido a Benjamín. Una contrariedad por mi parte, es cierto, pero otra no me quedaba. Él también estaba haciendo esa misma taradez con Martina. Pretendía que me molestara y, por desgracia, lo hacía.

Así que llevé la justicia por mi mano y llamé a Esteban para que me acompañase a la fiesta de Mica y Coco. En cuanto llegó a casa me arrepentí en el minuto uno. ¡No podía ser más baboso! Sin embargo, mantuve la compostura y más cuando me cercioré que Benjamín había terminado su sesión con Martina. Iba a probar su propia medicina. Corroboré su malestar cuando sus pupilas se dilataron al identificar a Esteban como el chico que bailó conmigo la noche del congreso.

Debía admitir que era un golpe bajo, más cuando había elegido a ese pibe que lo hizo enloquecer y casi pierde la vida por ello. Ahora que lo pensaba... Había sido demasiado cruel.

¡Joder Camila, no sabes hacer las cosas bien!

- ¿No me vas a contestar? – incidió Benjamín esta vez separándose y clavando sus ojos en mí. 


Resoplé. La había cagado una vez más.

- Es Esteban ya te dije. – repetí intenta recomponerme. – Además, ¿qué te importa? No tengo por qué darte explicaciones – desvié el tema sonando un poco más segura de lo que mis pensamientos me permitieron.

- Es mi casa. Debo saber quién metes acá – mantuvo su tono rudo.

- Te absorbió el espíritu de Pereyra – enarqué una ceja disconforme.


Frunció el ceño molesto. Era evidente que cualquier persona que lo comparase con Pereyra podría llegar a molestarse.

"Otro golpe más Cami, ¡basta!", dijo la voz de mi conciencia.

- No me compares con ese tipo, por favor – bufó- Me molesta verte con otro hombre eso es todo.

♡ VIVIR O MORIR ♡ 《Benjamila》   ☆ ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora