Capítulo 47 [1º Parte]

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Primera parte


- ¿Cuándo volvió?

Noté la emoción de mi amigo cuando le conté que Camila había vuelto después de todo este tiempo.

Hace unas semanas que Coco nos contó que se casaba con Micaela. No me sorprendió. Se les veía bien, la convivencia era buena y la pareja estaba más que consolidada. Era cuestión de tiempo en recibir una noticia así.

Conociendo a Micaela y su temperamento, sabía que iba a organizar un gran revuelo para su boda y no me extrañaba que acudiera a la ayuda inestimable de mi hermana. Luisana era una pasional en la moda y todo lo que tiene que ver con organizar eventos. Mis padres y yo siempre pensábamos que ese sería su camino profesional, pues desde muy pequeña le atraía aquel mundo de telas, decoración... Sin embargo, tuvo que cruzarse en su camino el imbécil de mi cuñado y estropearlo todo.

Así que desde que Luisana supo que yo era conocedor de la gran boda del año, no había ni una sola tarde por la que no me quedaba con mis sobrinas. Ambas aprovechaban para realizar recados de la boda y yo hacía de niñero. No me pesaba en absoluto estar con mis sobrinas, pero eso suponía tener a Martina todas las tardes en casa.

Si, sé que es mi "novia" y que no debía de pesarme su compañia. Pero, ¿a quién pretendía engañar? Solamente se trataba de una fachada de cara al público. Martina es una mujer inteligente y talentosa, pero no teníamos nada que ver. Pensé que este obligado acercamiento podría cambiar de opinión y así olvidarme de lo que viví con Camila, pero fue todo lo contrario. Cada día me parecía más hartible y me costaba horrores mantener la falsa.

Y para colmo de males, hace unos días mi hermana me contó la "buena nueva" de la vuelta de Camila. Había pasado mucho tiempo, se desquitó de mi vida sin previo aviso y rehízo su vida cómodamente en Nueva York. Parece que le fue fácil olvidarme y eso me dolió en su tiempo. Ahora, solo existía la indiferencia por mi parte, pero no podía negar que me molestaba el hecho de que volviese. Había decidido borrarse del mapa, ¿por qué tenía que volver? ¿Por Micaela? Podría llegar el mismo día de la boda y después marcharse. Me fastidiaba el hecho de tener que encontrármela cualquiera de estos días.

- No lo sé Felipe, ni me importa – golpeé el saco de boxeo que colgaba del techo del gimnasio de casa.

Desde que supe que Camila estaba en Buenos Aires, me sentía más irritado de lo habitual. Más irascible y lo único que me ayudaba a calmar ese malestar que me carcomía por dentro era el boxeo. Casi todas las tardes me escondía en el gimnasio y daba unos golpes al saco mientras Martina estaba intentando amistarse con las diabólicas de mis sobrinas.

- Vaya carácter loco – rió sosteniendo el saco y aguantando mis golpes. – Quiero verla, la he extrañado mucho.

Paré de golpear y lo miré con la ceja alzada. Mi amigo me miraba dubitativo.

- Prohibido hablar de Camila Bordonaba – sentencié.

- Comenzaste vos...

- Pues se terminó – aseveré.

- Tan agradable como siempre – musitó.

Comencé a golpear con fuerza y de forma muy seguida haciendo tambalear a mi amigo. Cuando no pude más, me dejé caer al suelo y cerré los ojos con la respiración agitada.

Noté el aliento de Felipe en un lado de mi cara y recé porque no comenzara con el temita de Camila. Bastante tenía ya.

- Deberías desfogar de otra manera... - sugirió. - ¿Una noche loca con Martina tal vez? Conozco un sitio para llevarla.

♡ VIVIR O MORIR ♡ 《Benjamila》   ☆ ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora