Capitulo 43

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 - ¿Cómo que Luisana está viviendo en casa de Mica y Coco? – susurré hasta alcanzar un ligero y pequeño grito.

Felipe daba paseos de un lado a otro. Estaba nervioso y no era para menos.

En cuanto llegamos al aeropuerto de Buenos Aires, Benjamín se puso en contacto con Octavio para verificar que en casa le estuviera esperando Felipe. 

Y así fue.

Durante el vuelo, no mantuvimos ni una sola conversación. Se limitó a manejar su celular de forma concienzuda y bastante interesada. Al menos tuve la compañía de Nacho que aprovechamos el vuelo para prometernos que mantendríamos el contacto aunque ya no fuese mi asistente personal.

Al llegar a casa, Benjamín me ordenó que lo esperara en el despacho junto a Felipe. Subió escaleras arriba y le perdí de vista. 

En cuanto llegué al despacho, Felipe y yo nos pusimos al día e intentábamos armar algún plan para contentar a Benjamín, pero no estaba dando mucho resultado eso de ponernos de acuerdo.

- La cosa se desmadró Camila, ¿qué querías que hiciera?

- ¡Te dije que me llamases!

- ¿Para qué? Para levantar sospechas en Benjamín.

- ¿Y de qué ha servido Feli? Estamos hasta el cuello.

- Le decimos la verdad y listo – se encogió de hombros.

- ¡No!- exclamé y Felipe me adviritió a que bajara el tono de voz- Luisana nos mataría. - le susurré. 

Felipe puso sus manos en sus caderas y resopló desesperado.

- Camila – intentó sonar sereno. – El caso de Luisana se está complicando y desgraciadamente va a tener que sufrir momentos bastante duros. Es necesario que su familia sepa la verdad.

- Sabes que ella no quiere eso...

- Lo sé, pero su madre y su hermano tienen el derecho de saber lo que está ocurriendo con Luisana– rebatió. – Por muy duro que sea.

- Benjamín no nos lo perdonará – me senté en una de las sillas totalmente abatida.

Noté los pasos de Felipe acercarse a mí. Se arrodilló para quedarse a mi altura.

- Lo sé -acaricié su mano.

Los pasos que provenían del exterior de aquella estancia nos alertaron que la presencia de Benjamín era inminente. La puerta del despacho se abrió y apareció el rubio. Su rostro serio y sus ojos apagados era fiel reflejo del enojo y preocupación que estaba soportando.

Sin mediar ni una sola palabra, se acercó a su escritorio y se sentó en su gran sillón de cuero. Entrelazó sus dedos y se los llevó a la barbilla sopesando sus primeras palabras.

- Tengo tanto que deciros que no sé ni por donde empezar.

- Benja, te lo puedo explicar – comenzó a decir Felipe- Camila no tiene nada que ver, ella solo siguió mis consejos.

Arrugué la frente extrañada. No habíamos acordado  nada de que él fuera el único que entrara a la boca del lobo. Estábamos juntos en esto.

- No es cierto – me levanté del asiento. – Esto es cosa de ambos.

- Camila – susurró entre dientes Felipe

- Muy conmovedor esta escena de valentía por parte de ambos. – habló Benjamín – Pero no me enternece ni lo más mínimo.

♡ VIVIR O MORIR ♡ 《Benjamila》   ☆ ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora