"No eres la única que tiene problemas.
Ambos los tenemos.
¿Y ellos? Tendrán que sobrevivir a los nuestros"
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📍Philadelphia, PA.
Una semana antes.
— Jughead— soltó una rubia con su tez pálida y cierta sonrisa.
— Te he dicho que golpees antes de entrar— habló con la cabeza hacia abajo, acomodándose la corbata mientras una morocha tosía y se acomodaba el vestido— . Y te he pedido que me llames señor Jones en la oficina, Emma.
— Y yo te dije que me daba lo mismo— contestó de mala gana y Jughead levantó su mirada serio— . Es la quinta carta que le llega del mismo destinatario, las que usted tiró en la basura.
— No deben ser importantes— negó con una mueca, encendiendo nuevamente su monitor que se había quedado en suspenso.
— No lo sé, pero creo que le gustaría saber que aquí están interesados en... ¿Conoce una mujer llamada Elizabeth Cooper?
— ¿Qué has dicho?— preguntó levantándose de su silla y caminó hasta la carta.
"Señor Jones, dada sus faltas de respuesta seguiremos insistiendo. ¿Acaso a visto a la dulce Elizabeth Cooper?. Nosotros la hemos estado vigilando, pero ella también a nosotros y eso no nos gusta. Supongo que como recomendación entre hombres, le gustaría saber que la bonita rubia estaría trabajando para el FBI y carajos, ¿Sabes que están investigando contra nosotros?. Eso no está bien para mi, y creo que para ti tampoco."
Su cabeza quedó repitiendo una y otra vez. Recordó ese último día, ese... "no quiero que vuelvas a poner un ojo en mi vida, no me interesa tu vida". De verdad había recordado eso por el correr de los años; ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Diez años? ¿Ocho años? ¿Cinco? No lo recordaba, así que habían sido suficientes para olvidarse de ella.
Este tomó su celular de su escritorio mientras salía de ahí sin decir nada. Emma por su parte observó a la morocha con una mueca— . Que poco valor que le das a tu vida, amiga. Ahora, debes salir delante mío, así que acomódate lo más rápido que puedas si no quieres que llame a algún guardia degenerado y de cuarta.
— Eres una zorra— soltó mientras se iba.
— Besos en el ano, cariño. Luego no te quiero ver en el doble moralismo de protección a mujeres cuando tratas así a otras. — gritó Emma mientras la veía irse y rodeó los ojos, cerrando la oficina de Jughead con llave.
Ella llevaba unos cinco años trabajando para él, un trato de su padre para poder ser un cuarto de la parte de esa empresa cuyo plan fue un fracaso tremendo; vendió a su hija de diecinueve años y él terminó muerto en una carretera. Ya no dudaba que su jefe actual, Jughead Jones, haya sido el responsable de eso. Debía agradecerle, nunca lo había hecho.
Él se montaba en uno de sus coches lujosos sin sentido alguno, pero carajos que si se veían bien. Al encender el auto, comenzó a buscar el número de un amigo en la pantalla táctil del vehículo.
Un tono.
Dos tonos.
— Diga, chupa vergas— soltó Brett antendiendo.
— Elizabeth Cooper.
— Wow, por fin una mujer— se escuchó como este se movía en la silla y comenzaba a teclear— . ¿Pretendiente?
— Importante.
— Bonita, eh.
— Ya lo sé. La conozco.
— ¿Entonces que me mandas a buscar?
— Dime lo que tienes de ella desde que se graduó hasta hoy.
— Siete años det— dejó de hablar:— ¿Qué ocurre?— preguntó confundido.
— ¿Fue tu ex novia?
— No es el punto, Brett.
— Pues, en sus publicaciones de Instagram del 2013 tiene fotos contigo que por cierto, bastantes vergonzosas. Ah no espera, yo la conozco... ¿No fue la que — Jughead frenó ante el semáforo:— si, si fue ella.
Brett soltó una risita pero dejó de hacerlo— ¿Vines en camino, verdad?
— Si, pero puedes ir resumiendo.
— Oh si claro— tragó saliva, pasando ciertos detalles— en el 2014 comenzó a estudiar criminología en Suffolk University en Massachusetts, Boston. Reside aquí desde ese año con su hermana menor de veitidos años y su prima de veinticinco años. Actualmente es agente del FBI y analiza casos, pero muy raro sale de la oficina. Pasa cada mañana por un café y sale a las tres de la tarde.
— ¿Pareja?
— Bueno— alargó la "o" mientras se rascaba la barbilla— , posiblemente si. Archie Andrews,constructor proviniente de una familia de abogados.
— Que irónico su vida actual, eh— soltó con cierta diversión— . ¿Sabes que su padre acaba de salir de la carcel por posesión de drogas y ella misma iba a carreras ilegales conmigo?
— Si bueno, dice que no le gusta esa vida más.
— ¿Me envías su número?
— ¿Su número?
— No es como si me fuera a tomar un avión como si nada.
— Estas jodidamente loco, puedes hacer cualquier cosa.
— Creo que estará totalmente feliz de atenderme la llamada. Y más si mi nombre brilla en su pantalla.
— Si pero... antes de llamarla deberías venir aquí.
— Voy en camino, Brett. El auto no vuela y el tráfico es una mierda.
— Te espero.
Nadie está listo pasa el segundo capítulo y yo voy escribiendo como el capítulo 8 JSJDJDJSJJDJSD
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We Have Issues// Bughead
Romance-Elizabeth, bastante bien que se te da ignorarme las llamadas luego de siete años. Además, ¿no es loco que tenga que exponerme ante el FBI por ti? Tras la finalización del instituto ella escapó lejos de él con una sola finalidad; alejarse de su burb...