-Elizabeth, bastante bien que se te da ignorarme las llamadas luego de siete años. Además, ¿no es loco que tenga que exponerme ante el FBI por ti?
Tras la finalización del instituto ella escapó lejos de él con una sola finalidad; alejarse de su burb...
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"No eres la única que tiene problemas.
Ambos los tenemos.
¿Y ellos? Tendrán que sobrevivir a los nuestros"
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📍 Philadelphia , PA
La ida hacia el colegio de los niños había sido un silencio incómodo. Ninguno de los dos querían hablarse pero no se sentían cómodos estando en silencio, lo cuál lo hacía irónico porque solían disfrutar de la compañía del otro.
—Hoy... fue innecesario lo que hice—soltó la rubia. Jughead había estacionado el auto frente al colegio esperando que sea la hora de la salida.
—Ya no importa—negó este tomando su celular.
—A mi si me importa, Jughead.
—Siempre terminamos peleando. Mejor es no hablarnos y listo.
—Es infantil.
—¿Y cuál es tu solución?—preguntó mirándola como si estuviera cansado.—Nos tenemos rencor actualmente. Es mutuo. Ya no va a cambiar.
—Eres tan negativo.
—¿Quieres que te tire flores mientras te hablo?—preguntó girándose a ella, viéndose enfrentados en el auto.
—No, pero no me trates como la basura. Como si no hubiera pasado nada.
—Pasó todo pero pasó cuando te amaba. Ya no te amo más.
—No pedí que me ames.
—Entonces déjame de romper los huevos. Hago lo mejor que puedo.
Esta lo tomó del rostro con molestia e hizo que la mirara—¡Déjame de tratar como basura! ¡Me equivoqué! Pero fui yo quien soporté ver tu cara en la cara de los niños.
Sonrió con cierta molestia, pero lo cierto es que la rubia seguía tomándolo con solo una mano de su mandibula—Maldita condena que te dio la vida por tus acciones y mentiras.
—No eres quién para cantar mi castigo de vida.
Él la miró a los ojos y luego a los labios—Hazlo—soltó—. Hazlo así nos sacas la puta gana de una vez y la cosa mejora, tal vez nuestra conciencia se limpia.
Ella no dijo más que acercarse a los labios de él y quitó su mano de la mandibula de estepero él llevó su mano tras el cuello de esta, enredando sus dedos entre el moño. Esta abrió sus labios al sentir presión y la lengua de este dispuesto a ir más allá de labios. Y lo dejó, dejó que este volviera a besarla pero el timbre de la escuela los hizo separarse. Este suspiró para fijar su vista hacia adelante y la rubia abrió la puerta para bajar del auto. Jughead recostó su cabeza en el asiento mientras la venía caminar y esperar a los niños.
