-Elizabeth, bastante bien que se te da ignorarme las llamadas luego de siete años. Además, ¿no es loco que tenga que exponerme ante el FBI por ti?
Tras la finalización del instituto ella escapó lejos de él con una sola finalidad; alejarse de su burb...
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"No eres la única que tiene problemas.
Ambos los tenemos.
¿Y ellos? Tendrán que sobrevivir a los nuestros"
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📍 Philadelphia , PA
La rubia fue con su prima al centro comercial—¿Qué haremos?
—Sacarme de la cabeza toda la mierda mientras veo cuanto dinero puedo sacarle a Jughead.
—¿Por qué tiene una tarjeta?
—Debe ser lo que limpia—soltó asegurando del lavado de dinero.
—Bueno, pero mira el lado bueno. Ahora es todo un padre luchón con sus bendiciones.
—Cheryl—la rubia la miró mientras entraban a la tienda que tenía ofertas totalmente atractivas.
—Cheryl nada, debes admitir que esta haciendo un buen trabajo. Antes de irnos estaba dándole comida a los niños y jugó con ellos y los chicos. Ahora, ¿Por qué venimos a una tienda de ofertas si puedes gastar lo que quieras?
—Porque puedo gastar en una prenda 1000 dólares o puedo comprar 100 prendas de 10 dólares.
—En fin, vine a darte el okay y hacer que te gusten prendas para que las compres, y luego así poder yo robártela—sonrió.
Betty tomó una bolsa mientras miraba a su prima sonriendo—No hay problemas en mi vida—habló como si eso fuera a cambiar la realidad.
Habrán estado una hora—¡Betty!—la pelirroja tomó un vestido color plateado con escote cascada—¡Este para esta noche!—soltó emocionada.
La rubia frunció el ceño—Cheryl... tengo 25 años y tuve un embarazo doble. Eso no me va a quedar bien.
—Mierdas. Esto con unos tacones blancos dejaras a medio bar embobado y más importante, a Jughead.
—¿Sabes que no es una cita, verdad?—La pelirroja frunció el ceño— No, no me mires así.
—Por favor no seas ingenua, claramente que es una cita. ¿Piensas que te lleva a conocer las fiestas? Oh no cierto, túcreciste aquí y conoces todo.
—Dormí dos noches con él—soltó y la pelirroja la miró—. Y no hablo solo de sexo.
—Elizabeth, no te debes sorprender que deje todo por ti. Siempre fue capaz de darlo todo.
—Pero no vino cuando se lo pedí.
—Eran adolescentes de dieciocho años. Él quería quedarse en su hogar, tenía a su hermana menor y hacía unos años atrás había perdido a su otra hermana. El pueblo este era lo que la recordaba a ella. Digamos que tampoco le diste una razón para irte.
