-Elizabeth, bastante bien que se te da ignorarme las llamadas luego de siete años. Además, ¿no es loco que tenga que exponerme ante el FBI por ti?
Tras la finalización del instituto ella escapó lejos de él con una sola finalidad; alejarse de su burb...
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"No eres la única que tiene problemas.
Ambos los tenemos.
¿Y ellos? Tendrán que sobrevivir a los nuestros"
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📍 Exton, PA
La rubia se despertó al sentir ruido y cuando abrió sus ojos observó a sus hijos jugar con Milo.
—Mamá—sonrió Amelie y esta vio como su hija se había colocado el vestido que le había comprado hace poco pero miró a su hijo.
—Max... no recuerdo haberte traído tu disfraz.
—Lo sé, lo encontré escondido en tu armario y lo traje escondido—asintió orgulloso.
—Oh—esta suspiró y miró el reloj que indicaba que eran las siete de la mañana— ¿Quieren ir a desayunar?
—¡Si!—frestejó Max levantándose.
—¿Y Milo?—preguntó la niña tomando al perro.
—Se quedará aquí mientras nos vamos, ¿verdad Mamá?
—Creo que podríamos llevarlo—sonrió Betty—. Pónganle su correa mientras yo me iré a cambiar, pero Max, tú también te cambias.
—Pero quiero ser batman.
—No tienes superpoderes—negó la niña rubia.
—Pero tiene mucho dinero, como Jughead.
—El dinero no es importante—negó la rubia mientras tomaba una leggin y un buzo.
—Si lo es—aseguró Max—, puedes comprar todo.
—Las cosas mas importantes no se compran—negó Amelie.
—Exacto—aseguró la mayor.
—Vamos a preguntarle a Jughead luego—se cruzó de brazos.
—Solamente—suspiró—, Max cámbiate.
—Agsh—suspiró el niño.
Y cinco minutos más tarde estaban los tres bajando hacia el restaurante sin embargo Amelie fue la primera en ver a Jughead sentado en una mesa mientras hablaba por celular—. Ahí esta Jughead—soltó señalandolo.
—¡¿Podemos sentarnos con él?!—preguntó Max emocionado mientras miraba a su madre. Ella no quería sentarse a su lado, pero el hecho de ver como los niños estaban tan emocionados ante la presencia de este sin saber que en realidad era su padre, le causaba un sentimiento de culpa y sumisión ante sus pedidos.
