-Elizabeth, bastante bien que se te da ignorarme las llamadas luego de siete años. Además, ¿no es loco que tenga que exponerme ante el FBI por ti?
Tras la finalización del instituto ella escapó lejos de él con una sola finalidad; alejarse de su burb...
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| "No eres la única que tiene problemas.
Ambos los tenemos.
¿Y ellos? Tendrán que sobrevivir a los nuestros"
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📍 Philadelphia , PA
Veronica se encontraba en la bañera cuando siente la puerta abrirse—¿Vero?—la voz de Alec hizo eco en todo el departamento.
—Estoy en la bañera—contestó esta recostándose. Sintió pasos y observó a Alec entrar con una caja.
—¿Cena?—preguntó levantando la caja con la ceja alzada.
Ronnie rió—Va, pero yo no salgo de aquí.
Alec se encogió de hombros divertido para darle un beso en los labios y sentarse con la espalda en la pared mirando a Veronica, extendiéndole la caja para que tomara un trozo. Esta lo miró con una sonrisa para luego ver como este tomaba otra, dejando la caja sobre las piernas.—¿Sabes que son las siete de la noche?—preguntó con una sonrisa.
—Pero viniste y cenamos juntos antes de irnos al bar.
—Da lo mismo, cenamos juntos.
Esta asintió con una sonrisa mientras lo observaba—Eres lindo.
—Vero, estás desnuda y con un moño en el cabello sentada en la bañera. Eres la descripción de la belleza.
Esta jugó con sus pies en el agua, sin embargo no era la única hermana en el agua. Si bien Veronica estaba viviendo un momento romántico, Jughead no lo hacía en absoluto; su cuerpo estaba sumergido en el agua y su cabeza reposando hacia atrás, sus ojos estaban cerrados con fuerza mientras sentía el dolor de su estómago presionarlo.
Minutos antes, había estado en su oficina en la casa y tomó ese folio que no había abierto aún pero sabía lo que contenía. Lo había encontrado en la habitación. Con su cigarro suspiró mientras se sentaba en la silla y comenzó a ver las fotos; el embarazo de Betty, la panza, los pies de los niños, las ecografías, los primeros baños, la risa de la rubia, y así momento de los niños.
Las fotos podrían no decir nada pero le gritaban mil cosas a Jughead. Tanto fue que esas palabras se quedaron en su cabeza y las pensaba en la ducha.
—Jug—esta entró sin decir que hacía varios minuros que Jughead se había entrado a bañar y estaba encerrado. Sabía que no estaba bien, y lo vio.
