-Elizabeth, bastante bien que se te da ignorarme las llamadas luego de siete años. Además, ¿no es loco que tenga que exponerme ante el FBI por ti?
Tras la finalización del instituto ella escapó lejos de él con una sola finalidad; alejarse de su burb...
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"No eres la única que tiene problemas.
Ambos los tenemos.
¿Y ellos? Tendrán que sobrevivir a los nuestros"
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📍 Philadelphia , PA
Minutos antes de la situación en el bar, la puerta del cuarto de Lisa se abrió y esta, quien estaba parada frente a la cama observando una tira de fotos, giró su cabeza y dobló las imágenes al ver a Tyler.—¿Qué haces aquí? ¿Puedes por lo menos golpear la puerta?—llevó sus manos a sus bolsillos.
—No, no puedo. No puedo porque no entiendo que fue todo lo que pasó, porque tú no me contestas y al parecer nadie me habla. Porque no entiendo por qué Jughead te protege tanto y no entiendo que mierda hice más que salir contigo a escondidas.
—Me protege como no pudo hacerlo con su hermana, me protege porque fue un hermano para mi.
—¡¿Cuál es el problema?!
—Tyler, no quiero hablar contigo—negó esta mientras se tiraba su cabello hacia atrás—. Tuve un día complicado.
—¡¿Tú?!—preguntó cerrando la puerta mientras la trababa.
—No me molestes, Tyler. Ya te dije que no quiero hablar. O te vas, o llamo a Jughead.
—Divertido porque no creo que te atienda. Tiene otras cosas que atender ahora.
—No lo subestimes—aseguró.—Por favor, déjame—su rostro mostraba cansancio y estaba algo pálida.
—Estabamos bien, ¿Qué pasó? ¿Hice algo?
—¿Hiciste algo?—preguntó esta mirándolo y negó—No, no estábamos bien. No lo estamos.
—Lisa—esta lo interrumió:—. Pasamos por meses, fueron... ¿Seis? No lo sé, pero... no habíamos oficializado, es cierto ,sin embargo cuando te pregunté si tenías novia tú hiciste referencia a que si la tuvieras, no estarías casi todo el día tras mi. Es cierto—aseguró burlándose de ella—, pero no esperé llegar al día de hoy y escuchar a Jughead decir que tenías un hijo.
Este suspiró—¡No quería que lo supieras!
—Lo noté—aseguró limpiándose una lágrima—, tiene tres años. ¿Por qué nunca lo has presentado?
—Yo... lo veo pocas veces y no creo que eso sea suficiente para in—Lisa lo miró como si fuera idiota:—¡¿Piensas que me va a calmar el hecho que me digas a la cara de que no asumes la responsabilidad de un niño?!
—Se que te lo tuve que decir antes pero no quería que, no lo sé... —suspiró—, simplemente fue un error.
—¡¿Así tratas a los errores?!—preguntó incrédula—¡Saca tu maldito pie de mi habitación! ¡Cuando te veía creía que eras un tipo de imbecil diferente, pero ahora entras en el de lo mismo!
