-Elizabeth, bastante bien que se te da ignorarme las llamadas luego de siete años. Además, ¿no es loco que tenga que exponerme ante el FBI por ti?
Tras la finalización del instituto ella escapó lejos de él con una sola finalidad; alejarse de su burb...
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"No eres la única que tiene problemas.
Ambos los tenemos.
¿Y ellos? Tendrán que sobrevivir a los nuestros"
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📍 Philadelphia , PA
—La cagué mucho, lo siento—soltó esta luego de unos cinco minutos camino a la casa.
—No, solamente nadie sabía que iba a pasar. Me sorprendió mucho verlo ahí.
—Ya, pero siquiera duramos quince minutos allí y tuvimos que irnos.
—¿Acaso te querías quedar a mirar una carrera de autos clandestina?
—No lo sé, pero podríamos haber tenido un tiempo para nosotros.
—Sabes que lo tenemos, ¿Verdad?—la miró de reojo divertido.
Esta recostó su cabeza sobre él—Ve al apartamento.
—¿Para?
—Para estar ambos.
—¿Planeas dormir ahí?
—Ambos. Y no me importa si tienes trabajo. Por favor, se que he metido la pata hoy pero tenía miedo de que...
—¿Estuviera con otra mujer?—rodeó sus ojos sin embargo la rubia notó como se estaban desviando del camino. No dijo nada respecto a eso—. Fue infantil lo que has hecho y me ha molestado que llevaras a Kiera a la casa como si nada. No la conocías, ella no te conocía a ti. Has sido egoísta.
—Lo sé, y perdóname.
Este la miró de reojo y suspiró para poner su mano sobre la pierna de esta—Pueden quedarse días, meses o inclusive años, pero déjame dejarte en claro que en el momento que Carla se de por desaparecida, la niña quedará en mis manos.
—Está bien—asintió esta—. Tenía mucho miedo Carla. Lo ví en sus ojos.
—Por mucho tiempo solamente tuvo a su hija.
—Tu también criaste a esa niña, ¿verdad?—preguntó.
—Cuidar y críar no es lo mismo. Si cuidé de ella pero no crié a Kiera. Solía ir cuando ella no estaba, pero tampoco me comprometí a participar y ella no lo ofreció.
—La prejuzgué. Ella no se lo merecía. Y tampoco merecías que desconfiara de ti.
—No, no lo merecía—aclaró este—. Nunca hice nada para hacerte desconfiar, ahora menos.
—Eres muy bueno conmigo y yo me comporto como una tarada una y otra vez. Primero nuestros hijos, luego los ajenos, los chicos... es una y otra vez la misma mierda que hago.
