-Elizabeth, bastante bien que se te da ignorarme las llamadas luego de siete años. Además, ¿no es loco que tenga que exponerme ante el FBI por ti?
Tras la finalización del instituto ella escapó lejos de él con una sola finalidad; alejarse de su burb...
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"No eres la única que tiene problemas.
Ambos los tenemos.
¿Y ellos? Tendrán que sobrevivir a los nuestros"
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📍 Philadelphia , PA
"Entonces estoy ahí, y de repente no hago absolutamente nada pero es porque me quedo sin escapatoria o donde caminar. Es ese momento que la realidad se distorsiona y parece ser un paquete de varios planos paralelos a este donde yo no estoy. A veces me puedo ver, parado ahí en el medio paralizado pero todo a mi alrededor funcionando, pero hasta me cuesta escuchar con claridad. Y Dios, siento tal impotencia de ver como todo lo que tengo en la vida y no saberlo manejar o aprovecharlo, el estar con miedo de darle la razón a Betty con los niños y el entorno, yo... yo amo a esos niños, ellos son mis niños pero tengo miedo que un día ella decida que no soy lo mejor para ellos—murmuró Jughead angustiado mientras estaba sentado en el sofá moviendo sus pies con cierto nerviosismo y mostrando angustia frente a la psicologa.
Esta asintió—¿Puedo hacerte una pregunta, Jughead?—este asintió—¿Amas de verdad a Betty o solamente tienes miedo de que si te alejas de ella, los niños se alejen?
—No, no—negó este—. Yo amo a Betty, quiero una vida con ella, me quiero casar, quiero verla entrar con un vestido blanco, quiero ver como vamos envejeciendo, quiero que ella se siente conmigo mientras hacemos cosas de ancianos. Yo la amo. ¿Por qué esa pregunta?
—Porque dada a las situaciones en las que se críaron, pueden añorar algo a tal punto de confundirlo con amor. Y tal vez, te sentías aferrado a Betty por un sentimiento de melancolía, o tal vez por miedo al estar los niños en el medio. Pero es cierto que me la describes como si la estuvieras mirando ahora mismo.
—Siempre fue un pilar en mi vida, es como uno de los cuatro principales.
—Oh—esta anotó algo interesante—¿Y cuales son los otros tres?
—Mi hermana, mis hijos, y mis amigos.
—¿Y Clara ya no está más?—preguntó sorprendida al ver que no nombro a su hermana difunta.
—Ella es la estrella de la cual me aferro.
—¿Te aferras de qué?
Este hizo un silencio, luchando si decir o no—De la vida.
—¿Por qué no te comienzas a aferrar de los que están aquí? De los vivos. Los muertos se fueron pero los vivos siguen aquí.
—Ese es el punto. Me puedo aferrar a los vivos pero será otro sufrimiento cuando sean ellos que se vayan.
